Kieran Quinlan, un joven de 22 años, de Birmingham, Reino Unido, pasó por una terrible experiencia: fue apuñalado salvajemente en el pecho cuando intentaron robarle su teléfono celular; entonces tenía 17 años.
Afortunadamente logró sobrevivir al ataque, y empezó a fortalecer su cuerpo, con la idea de no volver a pasar por un evento como este otra vez ¡y se convirtió en un Hulk!
Este ataque no solo le provocó el trauma por la agresión, sino por la cicatriz de más de 38 centímetros en el pecho.
“Después del ataque estaba tan débil que no podía ni servirme una taza de té, y tenía una horrible cicatriz en mi pecho. No quería que nadie la viera; ahora lo he superado y estoy más fuerte que nunca”.
Para vencer esos traumas, decidió meterse de lleno al entrenamiento físico, y empezar a participar en competencias:
“Competir por primera vez, finalmente, me dio cierta claridad sobre lo que había pasado. Ahora veo la cicatriz como una insignia de honor para mostrar lo que he logrado superar. Es bueno saber que tu trabajo duro vale la pena, y escuchar a los jueces y a otros competidores durante la retroalimentación fue tan agradable, que me dio aún más motivación”.
“Todos deben ser felices en su propia piel y no deben sentirse como si tuvieran que esconderse. Durante años yo no mostraba mi pecho frente a la gente ni usaba cualquier cosa con cuello en V, porque me asustaba que la gente hiciera preguntas. Ahora estoy orgulloso de mi cuerpo, porqu es el único que tengo”.
Ahora se ha convertido en entrenador profesional, luego de que el ataque dañó su aorta y el pulmón izquierdo, lo que ocasionó que al ser levantado de la para de autobuses donde todo ocurrió, el corazón se le detuviera en tres ocasiones. Anteriormente entrenaba boxeo, lo que le salvó la vida.
Kieran hizo un recuento de lo vivido durante el terrible ataque:
“Miré y había sangre por todas partes, goteando por mi frente y por todo lo largo de mis piernas. Puse mi mano en mi pecho y la sangre estaba chorreando entre mis dedos. Era surrealista.
“Yo estaba en una silla y mi visión se estaba volviendo negra y cerrándose hacia mí. Otro pasajero había llamado una ambulancia y estaba presionando mi pecho con sus manos. Cuando los paramédicos finalmente llegaron, estaba repitiendo mi nombre, repitiendo mi dirección y pensando: ‘voy a morir’.
“Los doctores me dijeron que la única razón por la que sobreviví fue por el boxeo, porque estaba tan en forma que mi corazón era fuerte”.
Actualmente participa también dentro de Knife Awareness Project, una organización benéfica que trata de prevenir los crímenes provocados por ataques con cuchillos.
“Me encanta hacer esto; me di cuenta de que ser capaz de educar a los niños para ayudarlos a tomar las decisiones correctas es tan gratificante. Si puedo hacer que un niño deje un cuchillo en casa, eso potencialmente es una vida salvada”.
Desafortunadamente, el ataque provocó daños irreversibles en su corazón, por lo que los doctores le negaron, de por vida, el que pudiera boxear de manera profesional; sin embargo, le ha ido bien en el mundo del fisicoculturismo, ya que recientemente ganó el segundo lugar en la categoría de “transformación corporal”, en el Pure Elite de Manchester.
Luego de esta historia y de su fortaleza, no hay duda: ¡es un verdadero campeón!