Si lo vemos desde otra óptica, este hombre realmente tenía una emergencia, aunque no una para que la atendiera el 911. Sin embargo, en situaciones desesperadas se echa mano de soluciones desesperadas. Algunas veces funcionan; otras no.
Este es el caso de Jonathan Hinkle, de 28 años, quien tenía un deseo irrefrenable de ir a Hooters, no sabemos por qué, tal vez quedó de verse con alguna de las sensuales chicas que atienden ahí, y tampoco sabemos por qué no tomó un autobús, un taxi o se fue corriendo, sino que llamó al 911…
Este tipo, que vive en Florida, marcó el número de emergencias y les dijo que necesitaba ir urgentemente a Hooters, pues su abuela había sufrido un infarto en el estacionamiento de este lugar.
Le dijo a la operadora que podría salir corriendo, pero quería saber si una patrulla de policía pudiera llevarlo a ese sitio y así llegar más rápido.
Los oficiales fueron por este hombre y lo llevaron a Hooters, pero su abuela no estaba ahí. La encontraron tres horas después y completamente bien. No se sabe por qué Hinkle dijo esto, pues la abuela no presentaba ningún problema.
Enojados, los policías decidieron detener a este hombre y ahora debe responder por la llamada y también por 222 dólares, que, dicen las autoridades, es lo que se gastó en estar dando vueltas para encontrar a su abuela.
Tal vez este tipo se volvió loco o simplemente quería ir por unas alitas de Hooters y solo tenía el dinero suficiente para pagar sus alimentos, por lo que decidió llamar a la policía para que lo llevaran…
¡Mal hecho!
Acusado de hacer mal uso del número de emergencias, este tipo tuvo que pasar toda una noche en prisión… Tal vez después de las alitas y de ver a las chicas de Hooters, valió la pena…