Se ha dicho que Tomek Matuszewski, un polaco de 34 años, es un indigente al que convencieron de tatuarse la frente por unos 120 dólares; sin embargo, hay otras versiones que indican que la fiesta se descontroló y después de la borrachera este hombre se dio cuenta de lo que había sucedido.
Esto pasó en Benidorm, España, un popular destino turístico de playa, a donde Tomek acudió a una fiesta y terminó con el nombre de un tal Jamie Blake en la frente, así como otras letras, pues no le terminaron el tatuaje, que debería decir “North Shields NE28”, solo que no resistió el dolor y no pudieron acabar el trabajo.
Todavía hay confusión respecto a la información, pues, ¿por qué un indigente estaría en una fiesta de un grupo de británicos alcoholizados? Y si le pagaron, eso quiere decir que aceptó el trato, como se ve en la foto de arriba, donde incluso se le ve sonriendo mientras le tatúan la frente.
Sin embargo, a través de redes se ha manifestado que se trata de un abuso, pues por la necesidad que tiene de dinero, accedió a hacer esto; incluso Karen Cowles, la presidenta de la Asociación Comercial Británica de Benidorm manifestó a The Sun:
Lo que le han hecho a este hombre es totalmente inhumano y similar al abuso. Estoy consternada porque un grupo de hombres adultos se aprovechen de alguien en una posición tan vulnerable. Han dejado un ser humano marcado por el resto de su vida.
Parece que a Tomek ya tampoco le pareció y ahora exige que quien le pagó, así como el tatuador, enfrenten cargos ante la policía. Señaló en entrevista para The Daily Star:
Me gustaría ver al culpable ir a la cárcel, así como al tatuador. Quiero justicia y espero que el karma vuelva a ellos.
El nombre del presunto responsable está en su frente… Se trata de un inglés de 36 años, que vive en Benidorm y recientemente se separó de su novia, así que probablemente la fiesta que armó fue para olvidar sus penas.
Pero Jamie Blake dio una versión distinta, al asegurar que Tomek no vive en las calles, sino con un amigo suyo, y además tiene empleo, tal vez por ello ahora quería borrar (literal) lo sucedido, pues teme perder su trabajo. Además, aseguró que no se le pagó ni un peso.
Blake aseguró al Daily Mail que él estaba muy borracho, así que se retiró a su casa, y todo este asunto del tatuaje sucedió cuando él ya no se encontraba en la fiesta, en la que se habían reunido cerca de 30 personas.
Hace falta, en primera instancia, aclarar cuál es la versión real de los hechos, si realmente Tomek es un indigente, o si se trato de un trato hecho en la borrachera y ahora está arrepentido. Por lo pronto, a través de GoFundMe se inició una campaña para reunir dinero y pagarle a este hombre el procedimiento para que le retiren el tatuaje. Al momento ya llevan más de 4,650 dólares.
Veremos si se aclara esta situación, pero por lo pronto el polaco ya consiguió el dinero para borrarse la tinta del rostro…