Un futuro padre alfa ha construido una cuna a su hijo que está por nacer. Ustedes dirán, ah, eso cualquiera, ¿qué tiene de alfa? Bueno, que la fabricó en un barril de whisky Jack Daniel’s.
Harry Newman, de 25 años, y su compañera Kayleigh Arber, de 26, esperan a su primer hijo en noviembre y, como muchos padres entusiasmados, han estado ocupados preparando las cosas para la nueva llegada. Sin dejar de lado la compra de pañales y ropa para el bebé, Harry decidió adoptar un enfoque más creativo, y se le ocurrió reciclar un viejo barril de whisky que tenía arrumbado en su casa para crear esta asombrosa cuna.
Harry es un ingeniero de mantenimiento, y se mantuvo publicando los arreglos que hizo al barril en sus redes sociales, donde comentó: “Después de descubrir que íbamos a tener nuestro primer hijo, decidí que quería hacer algo a mano en lugar de simplemente comprar un artículo estándar del estante.
“Busqué en internet una inspiración para una alternativa genial a los muebles tradicionales para bebés y encontré algo similar a esto. Toda mi vida he sido práctico. He aprendido muchas habilidades y mi padre me ha inspirado y las pasaré todas a mis hijos en el futuro”, escribió el orgulloso futuro padre.
Harry acepta que al ver el barril se le vinieron más proyectos a la mente, como convertirlo en una caja de juguetes, o una maceta para la parte delantera de su casa, pero al pensarlo bien prefirió hacer algo genial para su primogénito.
Harry contó que el proyecto le tomó alrededor de 50 horas, y que lo hizo después del trabajo y en los fines de semana. La mayoría del trabajo consistió en lijar, pintar y preparar.
“El barril en sí está hecho de roble de una pulgada, por lo que con una buena sierra y hoja el corte no fue un problema. Alinear el interior con material tomó alrededor de 5 a 6 horas y algunos intentos para obtener lo que tenía en mente”.
Harry también usó alcohol, resinas especiales y solventes para tratar la madera y que fueran aptos para su niño. El costo total del proyecto fue de 100 dólares y la mayoría de los materiales que utilizó fueron reciclados, por lo que mantuvo el costo bastante bajo. “Logré encontrar una compañía en línea que fabricara colchones personalizados para bebés de cualquier tamaño, por lo que también fue muy útil”.
Después de que el proyecto resultó mejor de lo que esperaba, Harry compartió fotos de la construcción en línea, donde resultó ser tan exitoso que extraños han estado tratando de comunicarse para comprarlo o, en su defecto, que les haga uno igual. Tal vez Harry acaba de encontrar su nueva vocación en los muebles para bebés.
Ahora Harry y Kayleigh solo deben preocuparse por dos cosas: que su bebé nazca sano y que quepa en la cuna que con tanto esfuerzo le construyó su papá. Esperamos que todo salga bien para esta pareja.