El que un joven camine en su graduación para recibir su diploma, si bien es cierto llena de emoción y orgullo a sus familiares y amigos, no es algo fuera de lo común, ya que es algo que hemos visto miles de veces.
Pero esta sí es una historia sorprendente sobre una de estas caminatas en una graduación, ya que nadie lo esperaba, y no porque este joven tuviera malas calificaciones o fuera el rebelde del grupo, sino porque los médicos le habían diagnosticado que no lo haría jamás…
Chris Norton era un jugador de futbol americano en la secundaria Luther, en Altoona, Iowa, cuando, en 2010, justamente durante un juego sufrió una terrible lesión que le lastimó severamente la espina dorsal, por lo que el diagnóstico de los médicos fue tajante: no volvería a caminar.
Pero este joven no se rindió, como tampoco lo hacía en la cancha, así que siguió con su rehabilitación, esforzándose al máximo, sin resignarse a vivir en una silla de ruedas por el resto de su vida…
Llegó el día de su graduación y acudió en silla de ruedas, acompañado de su familia y Emily Summers, su novia, quien en todo momento ha permanecido a su lado y ha sido una parte importante de su rehabilitación.
Al momento de nombrarlo no se quiso quedar atrás, ¡y se levantó para recoger su diploma!
“Fue como mi día de juego. Yo estaba en la zona, concentrándome en lo que tenía que hacer y sin preocuparme por nadie o cualquier otra cosa.
“No pensé que fuera tan emotivo. La energía en el salón era realmente increíble, y significaba todo tenerla (a Emily) allí conmigo. Fue el mejor fin de semana de mi vida. Ella es la persona más increíble que he conocido, y compartirlo con ella, con la mujer de la que estoy enamorado, no podría ser mejor”.
Y no solo eran palabras… Chris invitó a Emily a cenar -algo casual-, pero ya tenía todo preparado: un salón con velas y pétalos de rosas, donde le dijo:
“Quiero pasar el resto de mi vida contigo. No tengo dudas. Eres la persona más increíble que he conocido en mi vida. ¿Te casas conmigo y compartimos el resto de nuestras vidas juntos?”.
Afortunadamente la respuesta fue un estruendoso ¡Sí!, por lo que esta pareja compartirá su vida, como hasta ahora lo ha hecho, siendo un apoyo para el otro.
Parece que a pesar de las dificultades, este joven está de vuelta en la cancha de la vida…
¡Bien jugado muchacho!