Durante la temporada de navidad surgen historias conmovedoras, que nos recuerdan ese espíritu de nobleza que debería habitar en los seres humanos durante todo el año; y esta, justamente, ha trascendido el tiempo.
En Reino Unido, un hombre llamado Ken Watson murió en otoño, pero antes, dejó 14 regalos ya envueltos y todo, para la pequeña Cadi, una niña de 2 años, que es la hija de sus vecinos, de quien se había encariñado.
Ken tenía 87 años, vivía solo, pues desde 2012 perdió a su esposa y no tenía nietos, así que tomó la costumbre de hacerle regalos a la niña cada navidad, y le aseguraba al padre de ella, Owen Williams, que viviría hasta los 100 años, parta ver a Cadi hasta que cumpliera los 15, pero no pudo hacerlo.
Our elderly neighbour passed away recently. His daughter popped round a few moments ago clutching a large plastic sack. In the sack were all the Christmas presents he’d bought for *our* daughter for the next thirteen years. 😢 pic.twitter.com/6CjiZ99Cor
— Owen Williams 🏴 (@OwsWills) December 17, 2018
Nuestro vecino anciano falleció recientemente. Su hija apareció hace unos momentos, con un gran saco de plástico. En el saco estaban todos los regalos de Navidad que había comprado para *nuestra* hija durante los siguientes trece años.
Mientras limpiaba la casa, luego de la muerte de su padre, Jenny, hija de Ken, descubrió la bolsa con los regalos y a quién estaban destinados, así que fue a entregarlos.
Owen señaló que conoció a Ken hace 4 años, y era un hombre bastante activo, pues durante su vida fue marinero, carpintero, panadero, buzo de rescate, e incluso, a los 85 años voló sobre el ala de un avión. Todo un aventurero.
Por supuesto que esta noticia ha conmovido a todo mundo, incluso algunos han manifestado a través de redes sociales que lloraron al conocerla.
Y bueno, Owen y familia no resistieron la tentación, así que abrieron el primero de los regalos y se trataba del libro ¡Nochebuena con los Mellops!, de Tomi Ungerer:
No cabe duda que el cariño puede trascender el tiempo y también es cierto que el buen Ken era un hombre previsor y de palabra, pues el número de regalos alcanza justamente hasta que Cadi cumpla 15, cuando él hubiera tenido 100.
Descanse en paz este buen hombre.