Aunque ahora se conoce como el avenger más noble y al único al que no le pueden confiar detalles secretos de la película, por miedo a que haga spoilers, Mark Ruffalo tuvo un camino muy difícil antes de ser uno de los actores más respetados de todo el mundo: esta es su trágica historia.
Mark Ruffalo nació en Wisconsin en una familia de clase media, su padre era un pintor de casas y su madre era peluquera. Aunque los primeros años de su vida los pasó muy feliz rodeado de sus tres hermanos, cuando entró al colegio no lo tuvo nada fácil, pues sufría dislexia no diagnosticada y por sus bajas calificaciones llegó a pensar que era estúpido y entró en depresión.
Ya en secundaria las cosas mejoraron tras descubrir sus talentos como luchador, hecho por el cual le ofrecieron una beca universitaria, que nunca aceptó pues descubrió que su verdadera pasión era la actuación.
Pero su camino no sería sencillo, tras salir de la secundaria se mudó junto a su familia a San Diego, donde el padre consiguió un trabajo; aunque las cosas no saldrían como esperaban, pues a los seis meses se se fueron a la bancarrota y su padre los abandonó, por lo que su madre tuvo que sacarlo adelante a él y a sus tres hermanos.
Tras superponerse del abandono de su padre, Mark se fue rumbo a Los Ángeles, para buscar oportunidades como actor. Sus primeros años persiguiendo su sueño estuvieron llenos de altibajos, su departamento, que compartía con su hermano Scott, estaba una de las zonas más peligrosas de la ciudad, donde siempre había traficantes, drogadictos y criminales.
Íbamos al parque en la mañana y había cuerpos esparcidos en la hierba. Mujeres jóvenes, totalmente perdidas drogadas, con llagas en la cara. Tocaban nuestra puerta pidiendo dinero o comida. Era muy fuerte.
En estos días también conoció a su peor enemigo: la ira. Tras acudir a más de 700 audiciones, de las cuales no volvió a saber nada, Mark Ruffalo tuvo muchos problemas de ira, estaba molesto todo el tiempo sin razón aparente, tenía delirios de persecución y se sentía rechazado en un camino que apenas estaba empezando. Fue difícil para él regresar a estos lugares y tuvo que hacerlo para interpretar a Hulk,
Mark recuerda que cuando se enojaba arrojaba cosas y golpeaba la pared hasta que lograban calmarse:
Hubo un tiempo que si ibas a mi departamento, había fotos y pósteres colgando en extraños lugares para cubrir los agujeros en las paredes por los vasos que había tirado, los tazas, libros, lo que fuera.
Su situación llegó al extremo en donde no podía ir a dormir porque su cerebro simplemente no se apagaba, fue entonces cuando un amigo lo introdujo a la meditación y su actitud ante la vida comenzó a cambiar, al igual que su suerte en el trabajo. Tras varios papeles pequeños en películas y series en el año 2000 llegó su gran oportunidad, al poder actuar en You Can Count On Me, junto a su ídolo de la infancia: Robert Redford. Sin embargo, fue durante este periodo cuando se enteró de que tenía un tumor cerebral.
Los doctores encontraron una masa detrás de su oído izquierdo del tamaño de una pelota de golf: era un neuroma acústico, un tumor benigno que necesitaba ser extirpado de inmediato, pues crecía muy rápido y se encontraba muy cerca del rostro. En ese entonces, Mark estaba casado y tenía un hijo, y estaba tan asustado por pensar que iba a morir que incluso le grabó un mensaje a su hijo recién nacido, para que lo viera cuando fuera mayor.
Afortunadamente lograron extirpar el tumor sin dañar el nervio, sin embargo perdió la audición en ese oído y la mitad de su cara quedó paralizada, por lo cual tuvo que retirarse de Hollywood por un año, justo cuando su carrera iba despegando. En ese año, pasó por todas las etapas hasta llegar a la desesperación, pues la parálisis no disminuía. Durante estos meses los medios empezaron a especular por qué se había retirado tan abruptamente especulando desde problemas con el alcohol, las drogas hasta decir que tenía sida.
Tras los 10 meses la parálisis empezó a disminuir y en un año pudo recuperar su carrera cinematográfica justo donde la había dejado, consiguiendo papeles en películas como Eterno resplandor de una mente sin recuerdos, Si tuviera treinta, Como si fuera cierto, entre otras.
Sin embargo Mark se enfrentó a otro golpe duro: la muerte de su hermano. Scott, con quien había vivido los primeros años después de llegar a Los Ángeles, fue encontrado muerto en su casa de Beverly Hills, con un disparo en la frente, tras muchas averiguaciones se descubrió que no su muerte no fue a causa de un asesinato, sino que fue producto del juego de la ruleta rusa, al que Scott era adicto.
Después de esta muerte y cuando las cosas no parecían mejorar, Mark Ruffalo recibió una gran propuesta, unirse a un nuevo proyecto en una franquicia de cine que apenas empezaba que se llamaba The Avengers.
Tras unirse a este proyecto e interpretar al entrañable Hulk, Mark Ruffalo, a sus 50 años está viviendo una gran etapa en su vida, pues las ganancias que le ha dejado ser parte del UCM le permiten seleccionar los proyectos en los que participa, sin fijarse en si son películas taquilleras o proyectos independientes.
A pesar de que Mark Ruffalo ha pasado por momentos muy caóticos, en la actualidad sus compañeros del UCM lo han nombrado como el Avenger más noble, pues no solo se nota su preocupación por el resto de los actores y el equipo de producción, sino que su amabilidad se extiende con sus seguidores y con la prensa.
En vez de tirarlo, su paso por varios episodios trágicos han hecho que se vuelva más fuerte y que ahora pueda compartir su historia como vocero de diversas causas, entre las que se incluye defensa de los niños, asociaciones de disléxicos y personas con cáncer, entre otras luchas sociales y políticas.