A sus 62 años, Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán fue sentenciado a cadena perpetua y 30 años adicionales (no sabemos cómo es que esto se pueda cumplir) en prisión, por ser líder de una de las redes de narcotráfico más poderosas de la historia, además de acusarlo de varios asesinatos, tortura, uso de armas y otros cargos.
Aunque la defensa y él mismo manifestaron que no se trató de un juicio justo, y probablemente buscarán una apelación, todo parece indicar que el capo mexicano pasará el resto de sus días en la United States Penitentiary Administrative Maximum Facility, conocida como ADX Florence, una cárcel de supermáxima seguridad a 2 horas de Denver, Colorado.
A través de túneles en la frontera entre México y Estados Unidos, así como pagando generosos sobornos a autoridades de todos los niveles, Guzmán se volvió el mayor traficante de drogas hacia los Estados Unidos.
Ray Donovan, agente especial de la DEA en Nueva York, manifestó a través de un comunicado:
Esta sentencia representa la caída del narco más temido de la historia y pone el foco en un modelo de colaboración entre fuerzas de seguridad que será utilizado contra los traficantes de drogas más prolíficos en todo el mundo.
Además de la prisión, se ordenó que se le incautaran 12,700 millones de dólares, cantidad que el gobierno estadounidense piensa que ganó con el tráfico de drogas entre 1989 y 2014.
La prisión es conocida como “la más dura de Estados Unidos” y se construyó en 1994 para albergar a criminales varones considerados de alta peligrosidad, en 490 celdas individuales, construidas casi en su totalidad de hormigón.
Cada celda tiene unas dimensiones de 2.1 x 3.6 metros, donde tiene una ducha; un baño con lavamanos; además, una cama, un asiento y un pequeño espacio a manera de escritorio, hechos también de concreto, por lo que no se pueden mover. Como distracción, cuenta con un televisor blanco y negro.
El material de construcción evita que se filtre cualquier sonido desde el exterior, y tampoco se escucha lo que se emita desde la celda, para evitar que los reos tengan conversaciones entre sí. El espacio es vigilado las 24 horas por cámaras de seguridad y las puertas se abren y cierran de forma automatizada.
Los reos pasan 23 horas al día en su celda y solo tienen derecho a salir una hora diaria para ejercitarse o distraerse, y esto se hace en una celda metálica que se ubica al centro de un patio rodeado por muros de 6 metros de altura.
Para salir se les colocan esposas y grilletes con cadenas en manos y pies, sujetas al abdomen para evitar movimientos, y además van custodiados por varios guardias.
Por si esto fuera poco, la prisión tiene 1,400 compuertas de acero que se controlan de forma remota; una docena de torres que cubren todo el territorio con francotiradores que tienen la orden de disparar; alambre de púas en toda la zona limítrofe; perros guardianes; cámaras; rayos láser para detectar cualquier movimiento; guardias; un sistema especial fuera de la prisión; en fin, es un lugar del que es prácticamente imposible escapar.
En este lugar se encuentran reos como Ramzi Yousef, autor intelectual de un ataque con bombas al World Trade Center de Nueva York, así como el Unabomber, Ted Kaczynski, asesinos seriales, terroristas y otros narcotraficantes de alta peligrosidad.