Hay quienes buscan reliquias de oro, sitios ceremoniales, artefactos funerarios, restos de civilizaciones antiguas que nos hablen más sobre el pasado de la humanidad… pero también hay quienes se lanzan a los extremos más insospechados para recuperar prendas de mezclilla del pasado reciente. Se sorprenderán de saber que esos tesoros están muy bien valuados en el mercado de los coleccionistas.
Si no creen que unos viejos pantalones tengan algún valor, quizá cambien de opinión al saber que Kyle Haupert, un joven coleccionista de 23 años, con ayuda de Zip Stevenson, pujó por unos jeans de 1880 en el Durango Vintage Festivus y logró ganarlos por 76 mil dólares, pagando finalmente 87 400 dólares, con todo y prima de comprador. Esta pieza de mezclilla arqueológica luce el eslogan original y racista de la compañía. Además, es una pieza histórica en condiciones tan buenas que podrías ir al Starbucks vistiéndola.
Rompiendo récords
La venta de los históricos pantalones fue por una cantidad también histórica, pues sienta un precedente como la mayor suma pagada por unos jeans. El récord anterior era ostentado por una pieza de la década de los 1890 vendida a 50 mil dólares por el mismo vendedor del par que hoy nos ocupa, el “arqueólogo de mezclilla” Brit Eaton.
Además de su valor monetario, los jeans marcan un episodio muy sentido en la historia estadounidense, teniendo a flor de piel el resentimiento y recelo del pueblo de Estados Unidos frente a la gente que llegó a laborar desde China en la época, en la que era generalizado un estado de crisis económica. Sin embargo, muchos usuarios de redes y seguidores de Huapert opinan que no valía la pena pagar una fortuna por unos pantalones de mezclilla básicamente estropeados.
‘No sé, el precio parece alto, con el maltrato y los agujeros’; ‘Es una técnica de mercadotecnia sumamente cara’.
Levi’s y su oscuro pasado
Quizá sorprenda a algunos que en sus inicios, Levi’s tuviera un eslogan racista en sus productos, pero en esos tiempos (finales del siglo XIX) había fuertes tensiones étnicas entre pobladores blancos y trabajadores de origen chino, quienes habían contribuido con mano de obra invaluable para completar las vías férreas estadounidenses. Sin embargo, eran despreciados por un segmento de la población que encontraron en los inmigrantes un chivo expiatorio para el desastre económico que sufrían.
Así, como puede apreciarse en la información de producción y promoción de los pantalones Levi Strauss 1880 adquiridos por la exorbitante suma que supera a los 80 mil dólares, el lema de la compañía en la época en la que los trabajadores chinos tenían prohibido trabajar en Estados Unidos (una veda que duró 10 años) era “The only kind made by White Labor”, algo así como “El único tipo hecho por mano de obra blanca”.
Brit Eaton y el Santo Grial… de la mezclilla
Brit Eaton es el organizador del Durango Vintage Festivus, donde se llevó a cabo la subasta. Equiparando sus esfuerzos a los del mítico arqueólogo y aventurero estadounidense encarnado por Harrison Ford, los entusiastas de la mezclilla han llamado al descubridor de los pantalones de mezclilla más caros de la historia el “Indiana Jones de la mezclilla” o “Indiana Jeans”. Al hurgar en graneros, áticos, cabañas, a la intemperie, en los depósitos de talleres, en fábricas y hasta en minas de pueblos fantasma, Eaton ha descubierto, según él mismo, toneladas de “tesoros”, pero ninguno como los pantalones que se vendieron apenas en el festival vintage.
Aunque no sabemos qué tantos nazis haya enfrentado o si tiene doctorado en Arqueología, Eaton pasó de ser un exportador de Harley Davidson, desde los Estados Unidos hacia Europa, a ser un exponente en el mercado de la mezclilla, diferenciándose de sus competidores al “traficar con todo: lo bueno, lo malo y lo feo, al contrario de los demás, que tiraban cualquier pieza con un agujero”. Aparentemente, ese enfoque le ha funcionado de maravilla y con el tiempo le ha dado la razón.