El Universo Cinematográfico de Marvel (MCU, por sus siglas en inglés) se eleva desde hace años en carteleras logrando una narrativa cohesiva e integral de franquicias tan dispares como la de Los vengadores, incluyendo los filmes individuales de sus miembros, como Iron Man y Thor, así como el grupo de antihéroes, Los guardianes de la galaxia, empleando eventos clásicos como Infinity War, que hacen caer “todas las piezas en su lugar”, logrando la admiración de sus fanáticos. Desafortunadamente, el Universo Extendido DC (DCEU, por sus siglas en inglés) no ha corrido con tanta suerte.
Por mucho tiempo, los entusiastas de los cómics han visto impotentes cómo el MCU deja mordiendo el polvo casi en cada oportunidad al DCEU, al menos en producciones cinematográficas, pues DC se defiende en televisión con shows como The Flash, Doom Patrol y Sandman. Sin embargo, un reciente nombramiento ejecutivo podría cambiarlo todo para la compañía de Superman. Se acaba de anunciar que James Gunn, de 56 años, comparte puesto de productor ejecutivo de la nueva división de películas DC Films, junto a Peter Safran, otro chamaco de 56 años, y todos creen que esto significa que DC ya se consiguió su propio Kevin Feige.
El dúo dinámico
No se tratará de Batman y Robin, pero estos cincuentones son realmente un soplo de aire fresco en el ambiente algo viciado y, últimamente, derrotista de Warner con sus valiosas propiedades de DC Comics. La razón por la que se compara a Gunn con Feige es que en su nuevo puesto como director ejecutivo de la nueva división de DC se desempeñará como director creativo en las propiedades intelectuales relativas a DC Comics, prácticamente el mismo papel de Feige con los activos de La casa de las ideas.
Así, aunque Gunn y Safran serán codirectores ejecutivos, ambos tendrán sus propias responsabilidades para lograr que el DCEU logré alcanzar (e, idealmente, superar) al MCU. El director tendrá que encargarse de que todo proyecto cumpla con los estándares creativos deseables, mientras que Safran tendrá que hacerse cargo de los aspectos de producción y negocios de las películas, en otras palabras, ver que generen dinero.
¿Por qué compararlos con Feige?
Kevin Feige, de apenas 49 años, es el modelo a seguir en la industria, pues fue parte integral del “renacimiento” de los filmes de superhéroes, siendo parte de las primeras películas de X-Men, Spider-Man, The Punisher, Los cuatro fantásticos, Daredevil, Elektra y Hulk, para luego elevar al MCU hasta las estrellas y convertirse en el productor más exitoso de la historia del cine, con casi veintisiete mil millones de dólares en su haber hasta la fecha en taquilla.
Podría decirse que Feige convirtió al MCU en lo que es ahora y se espera que el trabajo en equipo de Gunn y Safran logre, durante los próximos diez años, más o menos, colocar a DC en un lugar preeminente dentro del mundo del entretenimiento fílmico, empleando los instintos creativos de Gunn y la pericia productiva de Safran para lograr “equiparar”, si no es que “superar”, a Feige con lo que será el futuro DCEU.
Crisis en los DC Infinitos
Con contadas y honrosas excepciones, como The Batman (2022), El escuadrón suicida (2021) y Joker (2019), las propiedades de DC Comics han sido subexplotadas o simplemente no se les ha hecho justicia en los últimos tiempos y eso ha llevado a Warner a perder mucha de la confianza de los seguidores y mercados, así como de los inversionistas, a los que David Zaslav ha estado tratando de convencer con dulces palabras y franquicias como Batman y Superman. Podría ser que agregar los nombres de Gunn y Safran por fin añada peso a sus argumentos.
Uno de los problemas de las propiedades de DC que Warner no ha podido aprovechar adecuadamente es que la mayor parte de sus éxitos han sido creados por “divos”, Zack Snyder y Todd Phillips, quienes son muy individualistas y no jugadores de equipo. Además, mantienen sus universos bien definidos y separados unos de otros. Así, hay quien opina que para hacer frente a Marvel, Gunn y Safran tendrán que unificar todos esos “infinitos DC” y convertirlos en uno solo. Sin embargo, hay algunos informes que señalan que ni Gunn ni Safran podrán meter manos en The Batman 2 y Joker 2, de Matt Reeves y Philips, respectivamente, lo que parece indicar que los grandes directores podrían seguir bailando a su propio son.