Aduciendo que en Hollywood si no estás provocando controversia, algo estás haciendo mal, el casting de James Franco como Fidel Castro para la biopic de la hija de Fidel Alina de Cuba: la hija rebelde ha sido un gran acierto por parte del director Miguel Bardem.
Así, incluso con fuertes críticas por parte de los infaltables “de la cultura de la cancelación”, en este caso encabezados por John Leguizamo, quien se muestra indignado a muerte porque el líder cubano será interpretado por un “no latino”.
El proyecto impugnado
La elección de James Franco como el líder revolucionario cubano Fidel Castro, padre de Alina Fernández, quien es la protagonista de la biopic, fue aprobada por Miguel Bardem, director de la cinta, quien es de origen español. La decisión ha sido fuertemente criticada, principalmente a raíz de los comentarios del prestigioso actor de origen colombiano John Leguizamo. Según el productor John Martínez O’Felan, las principales razones para elegir a Franco fueron “su gran parecido físico con Fidel y su carisma”.
Luego de revisar perfiles de actores, tanto latinos como de ascendencia ibérica, la producción decidió acercarse a James Franco por ser la mejor opción. La filmación de la película se llevará a cabo en Colombia a partir de este 15 de agosto y la filmación está planeada para concluir a finales del año.
Las críticas de Leguizamo
John Alberto Leguizamo Peláez es bien conocido en Hollywood por su gran trayectoria artística, que ha estado repleta de altos, bajos y superbajos, como cuando interpretó a Luigi en Super Mario Bros. (1993). Actualmente es uno de los actores latinos más reconocibles del medio… y no está de acuerdo en que alguien “no latino” haga un “papel latino”. El colombiano basa sus críticas al casting en su propia experiencia:
No tengo nada en contra de Franco, pero no es latino. Con la cultura de los ‘brownface’, actores que se pintaban para parecer latinos, históricamente nos han negado nuestros propios papeles. Crecí con un cine que tenía a Charlton Heston como mexicano y a un Al Pacino cubano y puertorriqueño.
– John Leguizamo
No es el único que repudia a la producción
Además de las observaciones de Leguizamo sobre lo inapropiado que resulta que se les asignen roles “latinos” a gente que no tiene ese trasfondo cultural, otras personalidades de Hollywood y del mundo del espectáculo han unido sus voces en protesta contra la producción, aunque no necesariamente hacia el casting.
Por ejemplo, Ana Navarro Cárdenas, de origen nicaragüense y presentadora de The View, considera que la película está fundamentalmente mal, pues cree que esta solo engrandecerá a Castro, mejor conocido por ser un dictador en Cuba, que se mantuvo en el poder durante 50 años. Por su parte, el actor californiano de ascendencia latina Jeff Torres cree que sí existe injusticia al momento del casting, porque a él lo encasillan en “papeles de narco” y a James Franco le ofrecen el papel de una figura histórica cubana.
El visto bueno de “la hija rebelde”
A final de cuentas, si hay una autoridad para decidir quién queda bien para interpretar al padre de la titular “rebelde” en la cinta, uno pensaría que esta sería Alina Fernández y resulta que ella dijo al medio especializado Deadline que está perfectamente de acuerdo con la elección de Franco como intérprete del líder cubano:
James Franco posee un parecido físico evidente con Fidel Castro, además de ser capaz y carismático. La elección del elenco para la película me ha parecido insuperable, por lo que encuentro las críticas que se le presentan como triviales: el proyecto es casi completamente latino, tanto frente a las cámaras como detrás de ellas.
James Franco, imagen en duda
A pesar de que su estampa da en el clavo para representar a Fidel Castro en lo físico y en lo relativo al carácter, la imagen de James Franco se ha visto dañada al encontrarse envuelto en tremendas controversias desde 2018, que hacen dudar, más allá de su etnicidad, de su integridad como artista luego de ser acusado de ser un abusador, lo que ha limitado sus ofertas de trabajo desde entonces.
Hace cuatro años, una tormenta de acusaciones de abuso sexual contra Franco, provenientes de cinco mujeres, cuatro de ellas sus estudiantes de actuación en el momento de los supuestos hechos, lo golpeó en la cara. Según Sarah Tither-Kaplan, una de las presuntas víctimas, “el actor abusaba de su poder, explotando a mujeres no celebridades con las que trabajaba, disfrazando el abuso como oportunidades para que ellas desarrollaran sus carreras”. Luego, él admitió haber sostenido relaciones con sus estudiantes, pero lo minimizó asegurando que “todo fue consensual”.
Un asunto de orgullo, pero también de humildad
Alina Fernández ha aclarado que a pesar de ser una experiencia inesperada, la producción de la película ha sido un motivo de orgullo porque “la conversación sobre Cuba sigue viva”, pero más que nada, es “una lección de humildad”.
Los cineastas trabajaron muy duro y me resulta imposible estar más agradecida con ellos por su gran trabajo y por su selección global inclusiva en la producción de la película.