Leonardo da Vinci es uno de los referentes más socorridos en el arte, pero el tipo era una lumbrera, con logros fantásticos en ingeniería, ciencias médicas y, en general, un cerebrito sin remedio, al que rara vez le hacen justicia.
A continuación te presentamos 15 datos fundamentales (y a veces bizarros) del artista, inventor, matemático, jardinero y nigromante (en serio) más famoso… o el que debería serlo si Albert Einstein, Thomas Alva Edison y Nikola Tesla no tuvieran monopolizado “el mercado de los genios”.
1. Acabó con la carrera de su maestro
La leyenda dice que cuando Leonardo da Vinci trabajaba como aprendiz de Andrea del Verrocchio, de cuyos talleres surgieron genios como Pietro Perugino y Sandro Botticelli, le fue comisionada por su maestro una representación de un ángel para su obra El bautismo de Cristo. Todo bien hasta ahí.
Sin embargo, al momento de terminar su aportación, el maestro quedó tan conmovido por la belleza del ángel de Leonardo da Vinci que decidió retirarse del oficio de pintor para siempre, sabiendo que nunca alcanzaría tal perfección.
2. Fue precursor de PETA
Quizá no esté muy relacionado con su obra creativa, pero Leonardo da Vinci tenía una costumbre que podría resultar sumamente peculiar en sus tiempos aunque inspiradora para los activistas de derechos animales de hoy en día.
Se cuenta que el artista solía ir al mercado para adquirir animales enjaulados, con el único propósito de ponerlos en libertad. Si Leonardo viviera hoy, probablemente podría haber sido el líder de la PETA.
3. Casi no dormía
Es increíble que se mantuviera “creativo y activo” con sus hábitos de sueño, pues dormía solamente dos horas al día, en intervalos de 20 minutos, seis veces al día, esto es, dormía 20 minutos cada cuatro horas.
Uno podría preguntarse si logró ese hábito solo con fuerza de voluntad o si habrá creado algún artilugio precisamente para mantenerse despierto durante esos periodos.
4. Obra extensa… y en código
Además de sus otros trabajos, se le conocen más de 13 mil páginas de esquemas, anotaciones, teorías, propuestas y observaciones sobre diversos temas, incluyendo medicina, ingeniería, mecánica, geometría, matemáticas, vuelo de aves, estética, maquinaria bélica e instrumentos musicales.
Por si eso no fuera suficiente, para dificultar el “espionaje industrial”, toda su literatura fue escrita a mano, en taquigrafía y, como cereza del pastel, con orientación “de espejo” y de derecha a izquierda.
5. Honda le hace los mandados
Si bien ASIMO es un proyecto impresionante, Leonardo logró, medio siglo antes y por sí solo, idear un “robot soldado” que no le pide nada al androide japonés… excepto caminar, tal vez.
El “robot soldado” de Leonardo da Vinci fue recientemente replicado con métodos modernos. Sus planos y notas pasaron del papel a la práctica y resulta que el artefacto era perfectamente funcional. Gracias a Dios, el pintor nunca tuvo computadora o Skynet habría acabado con el mundo hace siglos.
6. Planeó “el robo del siglo”
Leonardo era, literalmente, maquiavélico, pues planeó el robo de un río entero junto con el mismísimo Nicolás Maquiavelo para lograr una victoria contra un estado enemigo, lo que casi resulta en la formación del primer equipo de genios malignos de la historia.
Se dice que el río en cuestión era el Arno y que planeaban quitárselo a Pisa cuando la ciudad estado empezó un conflicto bélico contra Florencia. Seguramente querían dejar el mensaje claro: nadie se mete con la ciudad de la Liga florentina de supervillanos.
7. Sus observaciones siguen vigentes
A pesar de haber vivido hace siglos, las observaciones de da Vinci siguen siendo una mina de oro para investigadores e ingenieros, quienes encuentran en sus obras una veta de ideas, consejos, conocimientos y nuevos caminos a seguir.
Por ejemplo, tenemos una nota tan inocente como “todas las ramas de un árbol, en cada sección de su altura, si se suman, dan como resultado el grosor del tronco”. A partir de ahí, Christophe Eloy descubrió en 2011 que la fractura inducida por viento en las estructuras puede ser evitada imitando el fenómeno descrito por el genio florentino.
8. Era ambidiestro
Si se les hace que la producción de Leonardo es sumamente cuantiosa y que difícilmente un solo hombre podría haberlo logrado, no les falta razón, pero se explica fácilmente por cierta característica del genio.
Leonardo era capaz de escribir, dibujar y, en general, trabajar empleando ambas manos con igual destreza, por lo que técnicamente era posible para él “trabajar el doble” de lo que podía “alguien promedio”.
9. Solo una de sus obras está en América
Además de su belleza, la obra Retrato de mujer joven frente a un enebro o El retrato de Ginebra de Benci es conocida por ser la única pieza reconocida como de Leonardo en América, más específicamente en la Galería Nacional de Arte, en Washington D.C., Estados Unidos.
Aunque siempre hay alguien dispuesto a discutir sobre la autoría del cuadro, el retrato es atribuido al mismo autor de La dama del armiño, que supuestamente también es Leonardo.
10. Era un bastardo
Sin ánimos de ofender, simplemente señalamos los hechos. Leonardo fue un bastardo porque nació fuera del matrimonio, de modo que jamás tuvo un apellido oficial, en el sentido estricto del término.
“da Vinci” es meramente una suerte de descriptor que fungió como su apellido y significa “de Vinci”, siendo su nombre completo oficial “Leonardo di ser Piero da Vinci”, que significa “Leonardo, hijo de Piero de Vinci”.
11. Leonardo y los asuntos del corazón
No es que le gustaran las telenovelas (que ni había), sino que los asuntos médicos y de la naturaleza le encantaban a más no poder y siempre buscaba descubrir cómo funcionaban las cosas, probablemente para aplicarlo en sus propios inventos.
Así, Leonardo fue un pionero en el campo de la cardiología antes de que siquiera existiera tal campo de estudio, experimentando con flujos de sangre y recipientes de vidrio, buscando poder observar cómo funcionaba la circulación en el cuerpo humano.
12. Demasiado moderno para el siglo XX
En 1998, en la ciudad de Des Moines, en Iowa, Estados Unidos, se rechazó un diseño para un puente peatonal debido a que “resultaba demasiado moderno” para lo que se necesitaba.
Sin embargo, lo interesante es que el diseño del puente había sido hecho basándose en planos de Leonardo, que habían sido creados unos 494 años atrás y que aparentemente estaban adelantados más de 500 años a sus tiempos.
13. Es muy cotizado
Al ser una figura histórica, además de genio y un polímata extraordinario, es obvio que sus trabajos sean coleccionables, alcanzando valores monetarios increíbles cuando están a la venta, aunque usualmente se consideran “invaluables”.
Para muestra está una pintura que se supone que retrata a Cristo, llamada Salvator Mundi o Salvador del mundo, que se vendió por 45 dólares en 1958 y por menos de 10 mil dólares en 2005. En 2011 fue autentificada como obra de Leonardo, por lo que su precio se infló a 75 millones de dólares en 2013, se vendió por 127.5 millones luego y, finalmente, se subastó por 450.3 millones de dólares en 2017. “La marca” importa.
14. Bill Gates ha invertido en Leonardo
Así es, Bill Gates compró el manuscrito más caro jamás vendido: una libreta escrita por Leonardo da Vinci, a la que se le ha llamado el Códice Leicester. Las páginas del manuscrito contienen anotaciones científicas del florentino.
El magnate de la informática adquirió el documento, que también es llamado Códice Hammer, el 11 de noviembre de 1994 en Nueva York, Estados Unidos, pagando la suma de 30 802 500 dólares, equivalentes hoy a unos 56 314 494 dólares.
15. Sus últimas palabras
Después de todo lo que hemos hablado, sobre su talento, sus logros y lo interdisciplinario de sus intereses y aportaciones, podría resultar sorprendente que sus últimas palabras fueran de arrepentimiento.
La leyenda dice que las últimas palabras del genio fueron: “He ofendido a Dios y a la humanidad al hacer tan poco con mi vida”. Ego aparte (porque para sentir tal responsabilidad, tienes que estar muy bien pagado de ti mismo), afirmar algo así es o una broma monumental o un verdadero testamento a lo excéntrico que era Leonardo da Vinci.