Los hombres a menudo se piensan como lobos solitarios: lobo solitario en la oficina, lobo solitario en Tinder, lobo solitario jugando Fallout 4 solo en un apartamento, comiendo lasaña de la caja de cartón en el microondas.
A medida que envejecemos y la vida comienza inevitablemente a arrojarnos algunas cosas no tan buenas, podríamos empezar a preguntarnos si hay una razón por la cual la mayoría de los lobos cazan en manadas.
Somos bestias “normalmente sociables” durante la escuela, sobre todo la universidad; pero cuando comienzan las presiones del trabajo, las caras que antes eran familiares para nosotros pueden comenzar a desaparecer, y nos damos cuenta de que estamos solos en el mundo… realmente somos.
Una encuesta de YouGov, realizada por la Fundación Movember, encontró que el 12% de los hombres mayores de 18 años no tiene un amigo cercano con el cual discutir un problema serio en la vida. Eso es 2.5 millones de hombres en todo el Reino Unido.
Más del 25% de los hombres dijo que se puso en contacto con sus amigos menos de una vez al mes, y el 9% dijo que no recuerda la última vez que se puso en contacto con sus amigos.
Una investigación realizada por la Organización Mundial de la Salud ha demostrado que la falta de amigos íntimos tiene un impacto significativo en la salud de los hombres a largo plazo, pues los deja en riesgo de depresión, ansiedad e incluso el suicidio.
“Muchos hombres con los que hemos hablado no se dan cuenta de lo superficial que sus relaciones se han convertido, hasta que se enfrentan a un reto importante, como un duelo, la ruptura de una relación, la paternidad, o pérdida del empleo; en estos casos es, por supuesto, cuando se necesita de buenos amigos”.
– Sarah Coghlan, jefe de Movember Reino Unido
Entonces, ¿qué pasa con nuestras amistades a medida que envejecemos? Aquí te dejamos a seis hombres que en diferentes etapas de sus vidas hablan de sus relaciones con sus amigos.
1. Matt, de 19 años
“Hice el primer año, de seis, de un curso universitario, pero tuve una relación difícil que no fue bien y dejé la escuela. He estado trabajando por temporadas desde entonces. Ha sido un año difícil. Cuando esa relación estaba pasando, hablé sobre ello con mis amigos de la escuela secundaria en lugar de mis nuevos amigos de la universidad, porque los conocía mejor. Tengo suerte de que estoy en un grupo social que tiene alrededor de siete u ocho personas, en su mayoría chicos, aunque hay un par de chicas. Todos fuimos a la escuela secundaria juntos, y a algunos de ellos los he conocido desde la escuela primaria. Soy bastante abierto con todos ellos, por lo que puedo hablar sobre cualquier cosa. También en el pasado hablamos acerca de cosas personales. Prefiero hablar con los amigos que con la familia, ya que pueden estar pasando por cosas similares en ese momento. Tengo amigos y conocidos del trabajo o en el deporte, pero mi amigos de la escuela son de probada eficacia. Hemos pasado por muchas cosas juntos”.
2. Tom, de 21 años
“Al terminar la escuela preparatoria, me fui directamente a trabajar. Tal vez hubiera hecho más amigos si hubiera ido a la universidad, pero el estilo de vida del estudiante es acerca de emborracharse y experimentar con drogas, cosas que yo no hago. Hubiera sido un tanto extraño, porque esas cosas nunca me han llamado la atención. Tengo alrededor de seis o siete amigos cercanos, y vivo con un montón de nuevos amigos, lo que me da risa.
Trabajo cuatro o cinco días a la semana, por lo que en mis días libres trato de buscar a mis amigos. El noventa por ciento de mis amigos va todavía a conciertos, y yo puedo siempre encontrarlos allí. En los últimos tres años es cuando he hecho la mayor parte de mis amigos, a los 16 años yo no tenía ninguno, y la razón principal es que me he vuelto mucho más seguro al hablar con la gente, porque antes no podía comunicarme con nadie… estaba demasiado asustado esos días. Acompañado por mis amigos siento como que puedo ir por todo. Algunos me dejaron vivir con ellos durante un mes, mientras que yo estaba buscando mi propia casa y les dije algo profundo: son más mi familia que la que tengo”.
3. Stefan, de 24 años
“Me gradué de la Maestría en junio pasado, y para ser honesto, solo había realmente dos personas que se sentían como yo, respecto a la universidad. Los otros son parte de un grupo que veo muy a menudo para ir beber, pero no son exactamente las personas para discutir decisiones importantes de la vida.
Desde que he empezado a trabajar, este mismo año, la mayor parte de la gente que veo son del trabajo, lo que es un poco deprimente. Son buena gente, pero lo único que tenemos en común es estar trabajando en el mismo lugar. Tengo cerca de tres amigos que veo regularmente, y algunos otros con los que hablo en el WhatsApp pero nunca los veo en persona.
Conforme he ido creciendo, creo que he dejado de tratar de ser agradable y amable con la gente con la que en realidad no quiero relacionarme. En la escuela yo solía tratar de ser parte de los diferentes grupos, pero ahora paso el rato con los tres chicos que conozco y me voy a casa, o hago trabajo social con niños; creo que es algo bueno, sin embargo, las pocas personas con las que probablemente voy a seguir por mucho tiempo, sí tratan de mantener relaciones con gente que a mí no me gusta.
Si tuviera un problema serio, me gustaría hablar con mi novia al respecto, a menos que se tratara de ella. Tengo un viejo amigo que conozco desde que tenía tres años, que todavía veo un par de veces al año, siempre que está en Londres. Él es el amigo con el que probablemente todavía puedo hablar de cualquier cosa”.
4. Ben, de 26 años
“Todavía tengo tres o cuatro amigos de la uni, pero era una persona diferente entonces. Yo tenía más de un botón de autodestrucción. La razón por la que no soy amigo de más personas a partir de entonces, es que no hice la clase de amigos que quisiera tener ahora. Yo no quiero hacer las mismas tonterías que solíamos hacer. Mis compañeros de la escuela son mis compañeros más cercanos, pero no me parece suficiente, lo cual es paradójico , supongo. Los veo unos cinco fines de semana al año, generalmente en despedidas de soltero o bodas. Yo sé que me cuidan la espalda.
Algunos de ellos han pasado por momentos malos, y después de que hemos hablado de esas cosas, creo que no hay nada que no pudiera decirle el uno al otro, sin embargo, es difícil tener tiempo para verlos. Siento que las semanas son lentas y repetitivas. Si su novia les da una o dos tardes a la semana, trato de hacer ejercicio, y el viernes es un poco una lotería … cuando se supone que debería hacer algo. No hay tiempo. Tuve una llamada de conferencia para el trabajo de esta tarde, y eso no es poco común. Así que es difícil tener el tiempo y la energía para planificar las cosas con los amigos. Es triste. Es un poco deprimente cuando pienso en ello”.
5. Colin, de 28 años
“Tengo un grupo de amigos desde mi primer año de uni, con los que todavía me mantengo en contacto, aunque algunos se han ido al extranjero. Mi mejor amigo de la uni se fue buscando a una chica hasta Nueva Zelanda, pero todavía nos las arreglamos para hablar todos los días. Lo extraño acerca de mi grupo de amigos es que uno de los miembros es mi exnovia. Si trato de introducir una nueva chica en ese grupo, finjo que todo está bien hasta que llega un aluvión de mensajes de texto raros.
A pesar de esa leve situación, trato de verlos tanto como sea posible. En la uni, la mayor parte de nuestro tiempo de inactividad fue como resultado de las resacas terribles. Mi primer año o dos después de la universidad estaba lleno de síntomas de abstinencia de ya no tener esos momentos, pero estoy bien ahora.
Si tengo un problema serio hay diferentes personas con las que hablo acerca de diferentes temas con cada una. Uno de mis amigos más cercanos es probablemente la persona más atrofiada emocionalmente que conozco, así que trato de no discutir a profundidad con él. Por otro lado, es una de las personas más graciosas que conozco, así que felizmente lo busco para escapar de mis problemas”.
6. Michael, de 30 años
“Yo no fui la universidad, pero me fui directamente a un ambiente de trabajo donde conocí a un grupo de personas de la misma edad, y todavía estoy en contacto con algunos de ellos. Cuando tenía veinticinco años siempre estaba fuera con mis compañeros el fin de semana, todo el tiempo. En ese momento se sentía como si la fiesta siempre fuera a seguir adelante. Pero hacia el final de mis veinte años todo empezó a cambiar.
La gente vive sus vidas de forma más individual ahora, y se mete en la construcción de sus carreras y su futuro. Nadie tiene tanto tiempo para estar divirtiéndose. Creo que es justo la edad que ha iniciado ese cambio, y entiendo eso. Yo solo sigo viendo un puñado de amigos cercanos, pero si quiero hablar de un problema grave o cuestiones más profundas, por lo general solo hablo con mi novia. Me gustaría pasar más tiempo para ver a mis viejos amigos de nuevo, pero hoy en día tiendo a encontrar que si yo no soy el que está ocupado, entonces son ellos. Es difícil encontrar el tiempo”.