Piensa en los hombres más ricos del mundo y te darás cuenta de que tienen algo en común: no son los tipos físicamente más atractivos.
A veces creemos que las personas que siempre salen bien en las fotos y poseen un rostro esculpido por los ángeles tienen una vida mucho mejor que la de aquellos que no fuimos privilegiados por la belleza física. Pero la realidad es diferente y los feos somos los que triunfamos de verdad.
No es solo que las mujeres prefieran a los menos atractivos porque con nosotros son más felices, sino que incluso ganamos más dinero que aquellos tipos considerados guapos. Así es, el billete le llega a quien no tiene buena cara y la ciencia lo confirma.
Los investigadores Satoshi Kanazawa, de la Escuela de Londres de Economía y Ciencia Política, y Mary C. Still, de la Universidad de Massachusetts, hicieron un estudio en el que compararon la belleza física de los hombres y sus ingresos económicos.
Su análisis ¿Hay un impacto de la belleza y la fealdad en las ganancias? fue publicado en el Journal of Business and Psychology y fue realizado con la ayuda de 20,745 adolescentes. Fueron estudiados desde 1994, con apenas 16 años de edad, hasta el 2008, cuando tuvieron 29 años. Durante ese periodo los investigadores estuvieron monitoreando sus ingresos económicos.
Pero además de saber cuánto ganaban, los entrevistadores también evaluaban su atractivo físico con una escala del centro de estudios Add Health. Los calificaban desde “muy atractivo” hasta “muy feo”.
Con toda esa información, obtenida durante 14 años, hicieron una comparación estadística y el resultado fue muy claro: los hombres feos son los que tienen mayores ingresos económicos.
Los expertos dicen que solemos creer que las personas atractivas tienen mejores salarios, pero sugieren que esto demuestra que en realidad no importa la belleza física, porque lo que deja billetes en la cartera son las habilidades laborales, la inteligencia y la personalidad.
No importa si los celulares te detectan como un virus cuando te tomas fotos, porque al final el mal triunfará y es más posible que tengas mejores ingresos que muchos tipos físicamente atractivos. Así que dilo fuerte: soy feo a mucha honra y tengo con qué querer.