Hoy en día, cualquier detalle puede causar una polémica enorme. Para ejemplo está la camisa sin planchar que un hombre portaba en el transporte público. En sí, el debate no se refiere concretamente a las arrugas de la prenda, sino a la exposición que se hizo de ella, pues quien la compartió hizo el planteamiento de que esta era una señal inequívoca de un hombre machista, inútil y mantenido.
La publicación se hizo en una página que supuestamente tiene como tema el festival de música Tomorrowland, pero que en realidad se dedica a subir muchos memes. Sin embargo, esta imagen, que era una crítica, les pegó durísimo, pues la gente se enfrascó en discusiones ideológicas y, en cosas más divertidas, en fabricar hipótesis del porqué de las arrugas de la camisa.
La gente hizo notar que las razones no solo se debían a que el portador era un nene consentido, sino que había miles de posibilidades para explicar tal fenómeno científico. Unos adujeron que era un ser humano normal al que se le hizo tarde o que prefería no planchar la ropa, mientras que otros dijeron que posiblemente iba a un trabajo de albañilería y otros más siguieron empeñados en que se trataba de una señal de cultura machista y atenida.
Seguramente, el varón que viajaba en ese camión ni enterado está de la polémica que ha desatado su vestimenta, pero como ahora se ha vuelto viral, puede ser que sí se entere. El debate sigue abierto en Facebook, donde ya ha alcanzado las 44 mil reacciones y 14 mil comentarios de todo tipo.
Nosotros estamos seguros de que se trata de un hombre barroco que reconoce el valor del pliegue como símbolo del infinito, como el telón de un teatro y como la carne replegada dentro de nuestro cuerpo.
Sin duda, se trata de un disidente de lo liso, bello y uniforme. Vean nada más cómo pega el sol en su pecho generando un juego de luces y sombras cual Transverberación de Santa Teresa, de Gian Lorenzo Bernini. O, quizá, simplemente no sabemos su situación o le vale dos pepinos la ropa que se pone y es feliz.