Sergei Ponomarenko es considerado el primer viajero del tiempo ucraniano, quizá el primero en todo el mundo, brasileños incluidos, debido a que su viaje tuvo lugar alrededor de una década antes del primer trabajo sobre viajes temporales del antropólogo estadounidense Carlos Castaneda. El caso de Ponomarenko fue muy sonado en su momento e involucra desapariciones misteriosas, ooparts (objetos cuya ubicación anacrónica está registrada) y una entrevista con el supuesto viajero del tiempo, que asegura haber dado un salto de 50 años hacia el futuro luego de fotografiar un ovni.
Esta es su historia, desde que fue encontrado en las calles de Kiev, Ucrania, en 2006, hasta su misteriosa desaparición en un hospital psiquiátrico ucraniano y, posteriormente, la investigación alrededor de los bizarros hechos que se desencadenaron a partir de la entrevista a ese “viajero del tiempo”.
Perdido en Kiev
El 23 de abril de 2006, un hombre de no más de 30 años, vestido formalmente (si bien, de un modo algo anticuado) deambulaba por las calles kievitas, mirando alrededor, cámara en mano, con aires de confusión. Extrañados, miembros del cuerpo de policía de la ciudad se acercaron a hablar con el hombre, a quien tomaron en primera instancia como un turista.
Al preguntarle si necesitaba algo, los policías se dieron cuenta de que algo raro ocurría, pues el hombre preguntó por el nombre de una calle inexistente en la ciudad. Debido a sus sospechas de que el hombre estaba demente, los oficiales del orden le solicitaron su identificación, la cual les fue prontamente proporcionada por el hombre: documentos oficiales datando de tiempos de la Unión Soviética, que lo identificaban como Sergei Ponomarenko, nacido en 1938. Esta irregularidad bastó para convencer a los gendarmes de que el hombre no estaba en sus cabales, por lo que fue puesto en custodia y remitido a una clínica psiquiátrica en Kiev.
La entrevista
Ya en la institución psiquiátrica, Sergei fue entrevistado por el psiquiatra Pablo Kutrikov. A las preguntas de su proveniencia e identidad, el interrogado contestó lo que había estado defendiendo: era un hombre kievita, viviendo con su prometida, Valentina Curish; luego de salir a la calle para fotografiar a Valentina, avistó un objeto extraño, con “forma de campana”, flotando en el aire, por lo que procuró fotografiarlo. Al momento siguiente de tomar la fotografía, se había sentido desorientado, perdido en las calles, para luego ser abordado por los policías que lo llevaron al psiquiátrico. Esa era su historia. Kutrikov le preguntó cómo había “aparecido” en 2006, con la misma edad que tenía en la década de los 50: 25 años.
Sergei propuso revelar la película de su cámara para ver qué había captado, con la esperanza de encontrar la respuesta que todos estaban buscando. El tipo de película de su cámara (conocido como svema) supuestamente había dejado de ser producido desde 1970, pero se encontraba en buenas condiciones, por lo que le fue posible revelar las fotos al fotógrafo kievita Vadim Pozmer sin mayor complicación. Posteriormente, el fotógrafo contactó a la policía para reportar el contenido de las fotos, que contenían lo que Sergei había asegurado: fotos suyas, de su amada… y del ovni.
Las fotografías
En las fotos reveladas aparecía la imagen de una mujer de unos 25 años (presumiblemente la novia de Sergei, Valentina), un retrato de Sergei (con la misma indumentaria con la que fue encontrado callejeando en Kiev) e incluso paisajes de Kiev que parecían sacados de la época de los 50. Sin embargo, la fotografía que más impresionó fue la del ovni que coincidía con la descripción que Sergei dio en un inicio: un objeto en forma de campana “flotando en el espacio aéreo kievita”.
Ahora usted está convencido de que digo la verdad; hasta ahora no comprendo qué es ese objeto, (…) ni cómo está involucrado en mi aparición en este año.
Posteriormente, Sergei fue grabado por la cámara de seguridad de la clínica, entrando a su cuarto, pero jamás se le vio dejar el recinto, que no contaba con salida alternativa a la videovigilada. Sergei Ponomarenko desapareció de la faz de la Tierra sin explicación.
Investigación posterior
En Rusia, el Telecanal 1 + 1 presentó el caso como un documental: Viajero del Tiempo. Luego de la desaparición de Sergei, la policía buscó a Valentina Curish, la prometida de aquel, para confirmar o descartar la veracidad de las declaraciones del hombre. La chica de la foto era, efectivamente, Valentina Curish, de 74 años en 2006, y reconoció a Sergei.
Más pesquisas sobre “el viajero” revelaron la existencia de un hombre con la misma descripción y nombre de Sergei durante la era de la Unión Soviética, quien fue declarado desaparecido en 1960. No se ha sabido más de él, pero durante la entrevista policíaca a Curish, ella reveló que poseía la misma fotografía que tenía la policía y que incluso tenía otras fotos, según esto, tomadas por Sergei Ponomarenko, que retrataban a una ciudad de Kiev futurista (del 2050, decía), con muchos rascacielos, que no existían ni antes ni en ese entonces.
Escepticismo
Por supuesto, casos como este siempre levantan la sospecha de que se trata de una broma o una farsa. En cuanto a nuestro viajero del tiempo, el principal argumento contra las evidencias físicas es que pudieron haber sido falsificadas, incluso las fotografías, pues se cree que la película svema realmente siguió produciéndose por un tiempo en los 90 y, por lo tanto, no era tan descabellado que alguien la hubiera procurado y tomado las fotografías en forma fraudulenta. Además, los documentos de Sergei parecen diferir de otros especímenes, con autenticidad confirmada, en detalles como la nitidez de los sellos.
¿Viajero en el tiempo, bromista, loco? Sin importar la respuesta, siempre queda la duda en el aire. A final de cuentas, nadie puede asegurar la veracidad o falsedad de las “evidencias” disponibles con absoluta certeza, por lo que habrá que esperar a 2050 para ver si la visita de Sergei a su prometida y las “fotos futuristas” que le dejó coinciden con el paisaje de Kiev en 2050.