Si Dorian Gray se mantuvo joven gracias a una pintura, a este hombre en China su juventud eterna se la causó el golpe de una roca cuando tenía seis años de edad. Muchas personas envejecen pero en realidad nunca maduran y quisieran seguir siendo niños toda su vida. A Zhen Shengkai, un varón de 36 años de edad que vive en China, le sucede algo así, pero él en realidad no puede hacerse viejo aunque quiera.
Cuando era un niño de seis años fue golpeado por accidente con una piedra en la cabeza mientras jugaba. Él recuerda que el impacto no le sacó sangre y por eso no se preocupó. Pero esa misma noche tuvo fiebre muy alta, en tres días empeoró y sus padres lo llevaron a un hospital. Una vez en la clínica, los médicos descubrieron que tenía un coágulo en el cerebro causado por la lesión. Se lo extirparon con éxito y creyeron que todo volvería a la normalidad.
Luego fueron pasando los años y Zhu se daba cuenta de que su apariencia no cambiaba. Mientras que los demás niños de su misma edad se iban convirtiendo en adolescentes con barba y voz gruesa, él se seguía viendo como un infante de seis años.
Le hicieron exámenes clínicos para saber qué estaba pasando y descubrieron que la lesión de la piedra había dañado su glándula pituitaria, que se encarga de liberar las hormonas del crecimiento. Le dieron medicamento pero no sirvió; Zhu jamás pudo llegar a la pubertad, y a pesar de seguir cumpliendo años su aspecto se mantenía igual.
Este hombre con cara de niño es agricultor y también se dedica a cortar el cabello, pero no puede tener familia porque sus genitales no se han desarrollado y eso lo entristece:
Todavía soy como un niño, por lo tanto no puedo tener una esposa o un hijo. No puedo envejecer.
Zhu también procura ver el lado amable de esta situación y se da cuenta de que mientras sus compañeros de generación se van arrugando, se les cae el cabello y engordan, él se mantiene eternamente joven.