El amor tiene formas misteriosas y un poco locas, y si vives en Japón, le podemos agregar un toque de tecnología: Akihiko Kondo, de 35 años, decidió casarse con una cantante de realidad virtual… un holograma de nombre Hatsune Miku.
Akihiro es administrador en una escuela, y asegura que se enamoró de este personaje, que es una chica de 16 años de ojos enormes y cabello azul, y señala:
Nunca la engañé, siempre he estado enamorado de Miku. He pensado en ella cada día.
La madre de este hombre se emocionó cuando supo que se casaría, pero todo se vino abajo cuando Akihiro le dijo que su esposa sería un holograma, así que decidió no asistir a la ceremonia; de hecho, nadie de su familia estuvo presente.
Previamente, tomó una figura de peluche de su amada y la llevó a una joyería para comprarle un anillo…
Luego pagó cerca de 17, 600 dólares, para una ceremonia formal en Tokio, a la que acudieron 40 invitados, y se casó con la figura de peluche. En casa, tiene un dispositivo electrónico en el que Miku canta y baila, que le costó 2,800 dólares.
Akihiko asegura que es un hombre casado, como otro cualquiera. Su esposa lo despierta por la mañana y le dice adiós cuando se va al trabajo. Cuando va regresando, le llama por teléfono y ella enciende las luces de la casa para recibirlo, y después le avisa cuando es la hora de dormir…
Por supuesto, duermen juntos…
Desde la adolescencia, este hombre es aficionado al anime, el manga y todo eso, lo que, recuerda, le dificultaba entablar relaciones con mujeres reales:
Las chicas solían decir ‘¡Muérete, otaku asqueroso!
Por ello, dice que en Miku ha encontrado a la chica de sus sueños, con quien encuentra lo que nadie le podría dar; también recuerda que siendo mayor, una mujer del trabajo lo acosaba, tanto, que sufrió de crisis nerviosas y ahí decidió que no se casaría, al menos, con una mujer real.
Gatebox, la empresa creadora de Miku, le expidió un “certificado de matrimonio”, que obviamente no tiene validez legal, pero dice que luchará porque se le reconozca como parte de una minoría de personas que son incapaces de entablar relaciones amorosas con humanos, pero sí con este tipo de personajes:
No es justo, es como querer que un hombre gay tenga citas con una mujer, o una lesbiana una relación con un hombre.
Actualmente, en Japón, uno de cada cuatro hombres llega a los 50 años sin casarse, y muchos han elegido tener relaciones virtuales o con muñecas de tamaño real.
Tal vez se librará de las complicaciones de tener a una esposa humana, pero también se quedará sin los beneficios…