Hay ocasiones en las que el dinero que se gana no es suficiente para darnos la vida que queremos, lo que nos hace pensar “¿Acaso es esta una señal para que abra mi OnlyFans?”, “¿Será este el momento preciso para vender fotos de mis pies?”. Todo parece tan fácil y con noticias en las que mujeres dejan su trabajo para dedicarse a la enseñadera, la verdad, sí dan ganas de seguir sus pasos.
Lamentablemente para nosotros los caballeros, las cosas no son así de simples. Un hombre hizo el intento de adentrarse en el negocio del contenido por suscripción y se dio cuenta de las dificultades que esta tenía. Se trata de Jake Massey, periodista de LAD Bible, quien en 2021 documentó su experiencia en OnlyFans, donde fracasó. De acuerdo a sus conclusiones, esto ocurrió por ser un hombre calvo.
Jake sabía de su condición, es decir, que no era una mujer atractiva, sino un hombre calvo. Antes de iniciar su aventura, tuvo contacto con OnlyFans, donde le dijeron que, por lo menos, 500 creadores de contenido habían ganado un millón de dólares en el sitio. Pero cuando les preguntó cuántos de ellos eran hombres calvos, se negaron a darle cifras. Él supuso que se trataba de un sepulcral cero.
Aun así, emprendió con su negocio, se tomó algunas fotos para subirlas esperando que, en su peor panorama, tendría una ganancia de unos 25 dólares, apoyado por algunos amigos solidarios y una que otra tía despistada que contribuiría a la noble causa de la encueradez. Si bien Jake no es un supermodelo, no se consideraba alguien desfavorecido. A pesar de ello, sus ganancias no se alejaban de la nada.
Para Jake, las cosas comenzaron mal cuando el nombre de usuario que deseaba, @jakethesnake, ya se encontraba ocupado, por lo que optó por jugar con lo largo de la serpiente para obtener un nombre adecuado: @jaaakethesnaaake. En cuanto a los precios de suscripción, manejó los más bajos posibles 4.99 dólares para, en algún momento, poderlos subirlos.
Además, hizo algunas publicaciones en redes sociales promocionando su nuevo trabajo como modelo y utilizó hashtags para ser cool y hacerse notar. Algunas personas quisieron hacer negocio con él, intercambio de promoción y darle publicidad si él hacía lo mismo con sus productos, pero las ofertas no le parecieron atractivas, pues no quería difundir su contenido “potencialmente horrible”.
Su cuenta parecía no despegar, perdió tiempo, seguidores en Twitter, autoestima y “fans solidarios”. Jake no estaba seguro de lo que pasaba, si era la plataforma, el contenido, la constancia o, simplemente, nadie quiso pagar por ver fotos y videos íntimos del periodista. Su perfil aún está activo con varias fotos y videos disponibles y después de que su historia se hizo viral, consiguió algunos seguidores. ¿Será esta una lección o un estímulo para aquellos varones que quieren entrar al negocio de la venta de contenido exclusivo?