Chicago, Illinois es uno de los estados de la Unión Americana que más se ve afectado por el frío, en especial durante el mes de febrero, pues las temperaturas son tan bajas que se han registrado de hasta -30°C, por lo que las vidas de los lugareños que viven y trabajan en la calle se ven demasiado complicadas.
Hay gente que se solidariza con estas personas, como Robert Magiet, quien es propietario de un restaurante. Este hombre se topó con una señora que vendía tamales en la calle y decidió ayudarla, ya que ella se encontraba envuelta en algunas frazadas, luchando férreamente contra el frío.
Robert tuvo la genial idea de comprar todos los tamales para que la señora diera por terminada la venta del día y así poder marcharse a su casa. Ella parecía traer consigo cinco capas de ropa.
Al hacer la compra, se percató de que no necesitaba todos los tamales que le había comprado, que eran aproximadamente diez docenas, por lo que tuvo otra genial idea: regalar esos tamales a personas que habitan en campamentos y que no cuentan con un techo sólido para refugiarse.
Él se dio cuenta de que con esto podía ayudar no solo a los vendedores que hacen sus labores a la intemperie, sino también a las personas que viven en la calle y que no tienen alimento, por lo que inició una campaña en la que recorre las calles buscando vendedores de tamales para comprárselos.
La experiencia fue diciéndole que debía llegar a los puestos de tamales a las 5:00 a.m. para comprar la mayor parte de estos y, además, tener más tiempo para su distribución en los diferentes campamentos de indigentes.
Hay que recordar que algunos de estos vendedores están acostumbrados a vender 30 decenas de tamales al día… Pero mucha gente no está saliendo de su casa en ese preciso momento. Durante meses están ahí afuera sin vender tantos tamales. Robert es como un ángel.
-Javier Hernández, vendedor de tamales
Nuestro héroe sin capa es propietario del restaurante TaKorea Cocina, lugar donde también refleja esa faceta de solidaridad e inquietud de ayudar a las personas, pues al inicio de la pandemia por coronavirus comenzó una campaña de nombre Magiet´s Love Fridge, que consiste en colocar un refrigerador lleno de alimentos afuera de su local para que la gente más necesitada pudiera tomar comida de ahí.
No estoy intentando salvar al mundo. Solamente intento ayudar a las personas que necesitan comida. Si tengo la capacidad de ayudar a alguien, simplemente iré a ayudar a alguien. Para mí, es literalmente así de simple.
-Robert
Es una gran historia de amor hacia el prójimo. En este mundo cada vez más decadente aún hay personas que intentan aportar un pequeño grano de arena para dar un poco de esperanza, este es uno de esos casos. Felicitamos desde aquí al buen Robert y esperamos que pronto la vida se lo agradezca.