Después de una vida llena de escándalos, roces con la ley, fugas, innovaciones digitales, afición por el bitcoin, excesos y negocios turbios, el multimillonario John David McAffe fue encontrado muerto en su celda de la prisión Sant Esteve Sesrovires, en Barcelona.
Los reportes preliminares indican que este pionero de los antivirus informáticos se suicidó a los 75 años después de que la Audiencia Nacional de España autorizó su extradición hacia Estados Unidos, donde iba a enfrentar un juicio por no pagar impuestos durante ocho años. Sin embargo, se cree que su “suicidio” es un montaje.
John fue detenido en octubre del 2020 en el aeropuerto El Prat, en Barcelona, antes de tomar un avión hacia Turquía. Era buscado en EE. UU. por el delito de evasión de impuestos de su compañía McAffe Associate, a la cual se le atribuían millones de dólares ganados a través del comercio con criptomonedas. John había solicitado una libertad condicional al juzgado de España, pero se la negaron debido a su largo historial de fugas.
John nació el 18 de septiembre de 1945, en Reino Unido, pero creció en Virginia, Estados Unidos. Era un entusiasta de la informática y después de estudiar la carrera de Matemáticas, continuó su posgrado en la Universidad de Roanoke.
Trabajó para la empresa de defensa digital Lockheed Martin, donde tuvo su primer contacto con los virus informáticos. Esto le fascino y comenzó a trabajar en los primeros programas antivirus desde su casa.
Debido a su intelecto, fundó su compañía de antivirus McAffe Associate y después de ofrecer sus productos a diferentes empresas, vendió su firma a Intel. Siguió trabajando en proyectos de informática y se interesó por el comercio de las criptomonedas.
Su fortuna ya estaba asegurada, pero John tenía un grave problema de adicciones al alcohol y toda clase de drogas. Llegó a trabajar para la NASA, General Electric, Siemens, Univac y Xerox, pero sus vicios lo consumían mientras él agrandaba su imperio informático.
En el 2012 vivía en Belice y fue detenido por presunta posesión ilegal de armas. Después de que los cargos fueron retirados, él se fue del país. Sin embargo, ya era buscado por la ley por ser una “persona de interés” en el caso del asesinato de su vecino, con quien tenía constantes riñas.
Ese fue el comienzo de una larga carrera como fugitivo, pues llegó a vivir en las Bahamas, Guatemala, Cuba, entre otros lugares. En Cuba se instaló en su lujoso yate, donde presumía su vida de excesos y hasta intentó lanzarse como candidato a presidente de Estados Unidos en 2016 y 2020, sin éxito.
McAffe volvió a zarpar y fue detenido provisionalmente en la República Dominicana con un cargamento de armas y más de 80 000 dólares en efectivo. Pero fue liberado y después viajó a Londres. Su último destino fue España, donde al fin fue detenido y encarcelado mientras se procesaba su extradición.
Obviamente, la polémica de su vida seguiría incluso después de su muerte, pues se cree que la versión oficial es una farsa “a la Epstein”. El mismo McAffe había escrito en octubre del 2020 que en ese momento de su vida estaba tranquilo, y en las redes sociales publicó un mensaje donde advertía que tal vez podrían hacer que su final pareciera un suicidio.
Estoy muy contento aquí. Tengo amigos. Sepan que si muero ahorcado, como [Jeffrey] Epstein, no será culpa mía.
Esta teoría también es apoyada por un video que publicó McAffe en julio del 2020, en donde advertía que el “Estado Profundo” de Estados Unidos quería eliminarlo por cuestionar las regulaciones y leyes del gobierno norteamericano. Este es el video que publicó meses antes de su detención en Barcelona.
En su cuenta de Twitter, McAffe también aseguraba tener evidencias incriminatorias sobre agentes corruptos de la CIA y otros oficiales de altos mandos. Además, dijo que en caso de ser arrestado o desaparecido, 31 terabytes de información serían enviados a los medios para ser publicados. ¿Será verdad que McAffe fue silenciado?