Craig Golias pesaba 68 kilos cuando era un jovenzuelo, por lo que era una presa fácil para los abusadores, quienes si lo ven ahora seguro saldrán corriendo para evitar que cobre venganza de lo que le hicieron en aquellos años.
Este debilucho joven pasó más de 20 años entregado al gimnasio y ahora luce uno de los físicos más monstruosos que existen; de hecho, lo han llamado “El fisicoculturista más grande del mundo”.
El pequeño Craig sufría de burlas constantes por ser tan delgado, en su natal Ohio, así que decidió entrar a un gimnasio para ganar un poco de músculo; pero fue tanto su gusto, que terminó por volverse una obsesión:
Rápidamente me convertí en adicto; entreno seis días a la semana durante una hora y media. Una vez que comencé a ver resultados y obtener atención, me sentí vivo y aceptado, lo que nunca sentí antes. El único problema es que me obsesioné y nunca estuve satisfecho; quería más y más.
Durante un largo tiempo entrenó y a sus 35 años, luego de ser el debilucho Craig Golias, se convirtió en Craig Goliath, con un cuerpo descomunal que parece sacado de una película:
Vaya que el cambio es espectacular, y no solo en el aspecto físico, sino que gracias a su dedicación al gimnasio pudo cambiar su vida al convertirse en una persona con mayor confianza en sí mismo, lo que le permitió relacionarse de diferente manera con los demás. Por eso afirma que el trabajo físico le salvó la vida al darle una perspectiva diferente:
Tenía baja autoestima y quería algo para sentirme mejor conmigo mismo. Yo era un niño muy flaco; no me gustaba lo que veía en el espejo.
Luché contra la depresión y el gimnasio es lo que me salvó de quitarme la vida. Decidí ir al gimnasio y trabajar en mi cuerpo, abdominales, tórax, cardio, un poco de todo.
En lugar de quedarse atascado en los problemas decidió buscar una solución a través del ejercicio, mucha disciplina, una dieta bien balanceada y, claro, algunos suplementos para poder mantener ese impresionante volumen.
Ahora es un entrenador en Las Vegas, donde comparte su experiencia con aquellos que también quieren aumentar el volumen de sus músculos, aunque tal vez no tanto como él:
Soy cuidadoso con lo que como; generalmente como pollo, pavo, arroz, huevos y verduras, pero me permito una mala comida, como una hamburguesa o pizza una vez cada dos días. Nunca he probado el alcohol, por elección.
Me encanta entrenar y empujar mi cuerpo al límite. Se ha convertido en un estilo de vida y estoy agradecido de tenerlo en mi vida. Todos mis clientes están contentos, planifico su dieta, los entreno y ven los resultados que desean.
Para algunos puede parecer un poco exagerado, pero si es lo que él necesita para estar contento, entonces está bien.