Hay gente que seguido se queja de no poder pagar un gimnasio, o de no tener el equipo necesario para ejercitarse en casa; pero todos los que hemos llegado a poner esas excusas nos tragaremos nuestras palabras al contemplar este genial gimnasio al aire libre, en un bosque ruso.
Ubicado en el parque Timiryazevsky, en Moscú, todo el equipo es, literalmente, chatarra y restos de autos y maquinaria que fisicoculturistas rusos usaron para darle forma a este lugar.
Sí, los aparatos están hechos de madera de árbol, partes de carros, neumáticos de tractores, básicamente todo lo que funcione para este propósito.
Este gimnasio apareció en el año 2012, y entusiastas del deporte han ido añadiendo y dando mantenimiento al lugar desde entonces.
A quién se le haya ocurrido esta grandiosa idea debió tener conocimiento básico de ingeniería, pues algunas máquinas parecen tener un funcionamiento complejo. Muchas de ellas tienen sistemas de poleas con cables y cadenas que ayudan a trabajar músculos específicos. Las pesas son grandes pedazos de madera u objetos que han llevado los usuarios.
El uso de este gimnasio es gratuito, sin embargo, se reporta que los usuarios se unen constantemente para brindar mantenimiento y, si es necesario, comprar algunas herramientas que puedan requerirse.
¿Aún creen que hay excusa? Si entre sus planes no está ir a Rusia a ejercitarse, tal vez sea buena idea iniciar algo similar en su lugar de origen, un proyecto que una a su comunidad y de paso haga algo por su salud.