Esta puede ser una historia un poco larga, pero por supuesto interesante, de cómo una chica intentó estafar a un hombre fingiendo que estaba embarazada, pero que al final fue descubierta y castigada.
Esta historia está contada por su protagonista.
Pido disculpas por adelantado por ser un post bastante largo, pero todo es cierto y esta es mi mayor venganza. Todo comenzó hace unos 10 años. Estaba felizmente comprometido con una chica que conocía desde hacía 9 años, pero solo había estado saliendo con ella durante aproximadamente 1 año. Vamos a llamarla ‘Nancy’.
Todo estaba bien: ella tenía el anillo de compromiso de sus sueños, teníamos una bonita casa juntos; ambos teníamos empleos fijos y los planes de la boda estaban saliendo muy bien. Unos dos meses antes de la boda nos enteramos de que íbamos a tener un bebé! Fue una felicidad que nunca había sentido antes. Los planes de boda continuaron y el gran día estaba a solo 28 días de distancia.
Regresé a casa del trabajo y encuentro que Nancy no está. La llamé para ver si seguía en el trabajo y para saber a qué hora podría estar en casa. Pero Nancy no estaba en el trabajo; ella estaba en la casa de su abuela, en otro estado. Nancy me dijo con calma que ella ya no quería casarse y que no iba a regresar a casa.
Esto fue un choque total y absoluto. ¿Qué diablos le ha pasado? Traté de llamarla pero su teléfono estaba apagado. Llamé a su abuela, y no hubo respuesta. ¿Qué pasó con la boda? ¿Qué pasó con nuestro bebé? ¿Qué pasó con todo? No hubo respuestas. No hubo contacto durante tres días.
Tres días sin aliento en mi cuerpo, sin pistas, nada. Al cuarto día Nancy aparece y comienza a empacar sus cosas. No me dirige la palabra. Nada. Se fue y me envió un correo electrónico diciendo que ella no puede estar conmigo, pero de nuevo sin razones.
Llamé a su hermana y le pregunté ¿qué carajos pasó?. Su hermana me dijo que ella no tenía ni idea, pero me dio el número de teléfono de su mamá. Lo extraño es que Nancy me había dicho que su madre era una alcohólica abusiva, por lo que no tenía contacto con ella. Sin embargo, yo llamé a su mamá.
Su mamá me dijo que era el tercer hombre que había caído en esta trampa. Nancy había cortado la comunicación con su madre, la puso fuera de su vida para que no pudiera arruinar su juego de ordeñar chicos por dinero.
Nancy había estado embarazada dos veces antes y tenía ‘abortos involuntarios’, además de chicos ordeñados con todo lo que pudo antes de salir corriendo a casa de su abuela, muy cristiana y a quien le alegaba abuso para que le permitiera quedarse con ella hasta que el polvo se asentara y ella pudiera hacerlo de nuevo.
Qué-diablos-pasa.
Pasaron las semanas y no hubo contacto con Nancy. Bajé 20 libras de peso y me llamaron la atención en mi trabajo por el pobre rendimiento que tenía. Mi familia estaba como loca. Algunos miembros de mi familia perdieron dinero en planes de viaje para la boda, y yo estaba mortificado. Perdí los depósitos en todo para la boda, ya que era al menos 30 días antes de que fuera cancelados. Estaba destrozado.
Luego compruebo que nuestra cuenta bancaria conjunta tiene una saldo negativo. Diablos. Supongo que no estaba pagando la hipoteca. Empecé a juntar todo mi dolor, y mi tristeza se fue convirtiendo en rabia. Yo tenía tanta rabia dentro de mí que en realidad tenía que cambiarlo, o podría haber ido a la cárcel.
Un mes y medio después de la separación me llegó un mensaje de texto. “Tuve un aborto involuntario, me estresé demasiado y mi hija murió”. ¿Hija? ¿Yo iba a tener una hija? ¿Me estaba culpando por esto? Eso es todo, voy a matar a esta perra… No, espera… Respira… Piensa… Que no sepa lo que está pasando.
En pocos días, con Xanax y whisky, conseguí superar el bache de la tristeza de nuevo y volví a la rabia… ¡hagámoslo!
La mayor parte de las cosas de Nancy estaba todavía en mi casa (tenía que tirarlas lejos porque el que estuvieran ahí no se podía permitir). Empecé a empacar todo con el fin de deshacerme del dolor de alguna manera. Pero me tropecé con un par de cosas: su curriculum y la chequera de su cuenta bancaria personal.
Leí su curriculum y todo era una mentira, como todo lo demás. Entré en su computadora a crear una nueva dirección de correo electrónico en Yahoo y envié una larga carta a su oficina corporativa, diciéndoles línea por línea que todo era mentira. Eso se siente bien.
Operación Chequera: Firmé su nombre en cada cheque y los arranqué. Conducí 30 minutos a cierta parte de la ciudad y los dejé en una acera frente a una estación de servicio de 24 horas… Demasiado bueno.
Volví a casa para tirar todas sus porquerías. Al demonio. Que me demande. Excepto su laptop, esa aún la sigo usando. Pasaron dos semanas. Nancy llamó pero no respondí. Escuché el correo de voz, y ella dijo que fue despedida por un recorte de personal. Yo sé que no es verdad.
Dos semanas más pasaron y comenzaron a llegar cartas de parte del Fiscal de Distrito por no cubrir el pago de los cheques, algunos comenzaron a llegar en el correo. ¡Sí! Ah, y la renovación de la matrícula de su coche. Trituré todos esos documentos. Oh, sé que podría hacer un cambio de dirección para ella en la oficina de correos, pero ¿a dónde? El refugio temporal para las personas sin hogar suena bien.
Escuché a través de un amigo común que desde que Nancy no tiene trabajo se queda con su familia y recibe apoyo financiero de su abuela supercristiana. Al diablo con eso. Entré en su laptop de nuevo e hice una nueva dirección de correo electrónico en Yahoo, que era solo un número diferente al correo electrónico real de Nancy. Por correo electrónico le mandé un video a la abuela supercristiana, donde Nancy se hacía cosas a sí misma con su dedo… titulé el correo electrónico: “Hey abuela echa un vistazo a este video que tomé de mi trabajo, espero que se haya cargado bien”. ¡Claro que sí!
Respuesta por correo electrónico: ‘Eres asquerosa. Espero que tu nuevo trabajo te pague bien porque yo no te apoyaré actuando así’. Oh, maldita sea… dos por uno: vergüenza y dificultades financieras.
Pasaron las semanas y me llegó una llamada de Rent-A-Center. ¿Qué? Oh, querían todos los muebles de Nancy. No tenía idea de que eran alquilados. Les digo que no los tengo. Señalan y dicen que ella les ha dicho que los tengo. Me aferré y les dije que no los tenía y que no sé donde está ella. Esa noche quemé todo en el patio. Con eso, adeudaba 4 mil 200 dólares. ¡Vaya!
Me enteré que Nancy tenía un nuevo trabajo, y cuando estaba planeando mi próximo movimiento escuché una gran noticia, Nancy había sido detenida y llevada prisión por malversación de fondos. Al parecer, como tenía algunos problemas de dinero, robó 5 mil dólares de la caja chica y fue arrestada. ¡Oh Dios esto es genial! ¡Ella se dañó a sí misma!
Pasaron los meses sin actualizaciones y luego escuché de un amigo que ella fue rescatada de la cárcel por la abuela después de solo unos días, y terminó teniendo un acuerdo con el fiscal, por tres años de libertad condicional, junto con la restitución del dinero.
He colgado mi sombrero. He conseguido mi venganza. Lo dejo ahí. Es hora de seguir adelante.
Un par de meses más tarde sonó el teléfono. Era una compañía de recuperadores de bienes en busca de información sobre Nancy porque estaban tratando de recuperar su coche. Jajaja, bueno, un último clavo en el ataúd.
Hice un par de llamadas y encontré la dirección en la que se alojaba. Llamé a la compañía de recuperadores y les di la información. Ellos me dieron las gracias y me dijeron que era elegible para recibir una recompensa de 100 dólares si conseguían recuperar el auto. ‘No, gracias, esto es por mí’.
Nancy es ahora una criminal sin trabajo, y una madre soltera de un niño que recientemente tuvo, de un tipo cualquiera. Ella vive en un apartamento con su hermano y su novia. Estoy felizmente casado, con una hermosa hija y una gran vida.
Ayer me llegó un mensaje de Nancy a Facebook: ‘Felicidades por tu matrimonio y tu hija, me alegro de que estés feliz’. Le respondí: ‘Vete al diablo :)’ y me bloqueó. La vida es buena. A veces tomar la carretera por abajo sana el alma”.