Desafortunadamente existen muchas personas mayores en situación de calle, quienes viven al día, sin la seguridad de tener una comida o un sitio para dormir. Aunque algunos les dan una moneda para satisfacer sus necesidades básicas, esto no es suficiente, pues también necesitan cariño y protección, así como lo demostró una familia de Torreón, Coahuila, México, que nos puso el ejemplo de lo qué se puede hacer cuando nos encontramos a alguien que necesita nuestra ayuda.
A través de Facebook, una mujer llamada Benita Dearz compartió que se encontró con don Felipe deambulando por las calles de la ciudad, que se caracteriza por las altas temperaturas que se registran, así que le ofreció llevarlo a su hogar en su automóvil. Don Felipe pidió que lo llevara a una plaza pública porque vive bajo una palmera en ese lugar e incluso bromeó diciendo que su casa “está bien grande”.
Mientras iban en el auto, este hombre le dijo que tenía 108 años, se había casado tres veces y tuvo 11 hijos. Sin embargo, ahora está solo y vive en la calle, aunque no dio más detalles de por qué terminó así. Al llegar, Benita le dio algo de dinero para que comprara comida y luego se fue. Su publicación de inmediato se hizo viral, lo que la hizo regresar al día siguiente a buscar a don Felipe.
Lo encontró en la plaza y decidió llevarlo a su casa para que cenara con su familia. Además, le dio oportunidad de que se bañara y le obsequió ropa limpia, lo que sin duda hizo sentir muy bien a este hombre. Al parecer, todos se cayeron bien, ya que la familia decidió que lo mejor era adoptar a don Felipe y darle un hogar, pues a su edad es inhumano que esté deambulando por las calles.
De nueva cuenta, Benita recurrió a las redes sociales y pidió apoyo con alimentos y vitaminas. Por fortuna, mucha gente se unió para ayudar, así que ahora don Felipe tiene comida, un lugar seguro donde vivir y, lo más importante, la compañía y cariño de una familia, que es algo que le hacía mucha falta, en especial a una edad tan avanzada en la que ya no le es posible tener un empleo.
Definitivamente, la vida de este abuelito cambió totalmente, ya que ahora no tendrá que recorrer las calles para ver si alguien le regala una moneda con tal de comprar algo de comer, tampoco debe vivir debajo de la palmera y aunque ya no tendrá una “casa tan grande”, ahora tendrá calor de hogar con su nueva familia. Una gran historia que nos puede inspirar a todos.