La Universidad de Queensland, en Australia, ha revelado que no todo es miel en una relación, así que si eres de los que creen que el amor es el estado perfecto, has vivido equivocado durante toda tu vida.
Existen aspectos que no son tan benéficos que conocemos sin necesidad de estudios, o incluso, seguramente ya habrás padecido en carne propia, como el tener que gastar tu dinero en sus caprichos; el vivir en constante estrés; el alejarte de tus amigos, en fin, todo eso que hace al amor “pesado”, y ahora, luego de ver este estudio, sabrás que esa pesadez es literal…
Tal vez has escuchado que el vivir en pareja te hace subir algunos kilos (muchos, en varios casos), pues este estudio ha revelado que es verdad.
Estudiaron a 15 mil personas, por cerca de 10 años, y encontraron un dato revelador: las parejas que viven en una “relación feliz”, pesaban, en promedio, 5.8 kilos más que los solteros analizados.
Las parejas que se han ido estabilizando, en promedio aumentan 1.8 kilos por año, y esto tiene una lógica: las obligaciones conyugales, entre las cuales se incluye el salir a comer con la familia, así como tratar de hacer alguna de las comidas en pareja.
Cuando eres soltero, en ocasiones pasas tiempo sin comer, pues tus hábitos son diferentes, pero una vez casado, eso puede variar, así que es natural que se registre un aumento de peso…
Los investigadores señalan:
Si bien, pueden incluir más alimentos saludables como frutas y verduras y menos comida rápida, las personas (en una relación) a menudo consumen porciones más grandes y más calorías en compañía de otras personas que lo que hacen solos, lo que resulta en un mayor consumo de energía.
A los encuestados se les pidió que hablaran sobre sus hábitos, como cuánta comida rápida consumen; cuántas horas pasan en casa, mirando televisión; cómo ocupan su tiempo libre, entre otras.
De ahí, los investigadores encontraron:
El matrimonio y la cohabitación también conllevan el potencial de fomentar conductas poco saludables, ya que las parejas a menudo realizan conductas como comer, mirar televisión y beber alcohol juntas.
Tal vez en un inicio, la pareja cuida sus hábitos, pero conforme se sienten más estables, les preocupa menos el peso y su apariencia, pues sienten que ya no necesitan estar bien para tener pareja.
La directora del proyecto, la doctora Stephanie Schoeppe destacó, en entrevista para New Scientist:
Cuando las parejas no necesitan lucir atractivas y delgadas para atraer a su pareja, pueden sentirse más cómodas comiendo más o consumiendo más alimentos con alto contenido de grasas y azúcar.
Y esto aumenta cuando lleguen los niños, porque las parejas tienden a comer lo que los hijos no se comen, y aumentan su consumo de dulces y bocadillos…
Recuerda: siempre es importante mantener una buena figura, no por tu pareja, sino por ti, por tu salud…