Jesse Shand de Novi, Michigan, había perdido toda posibilidad de tener una vida normal debido a que sus 1.85 metros de altura estaban sepultados bajo su masa corporal; no obstante este hombre es sinónimo de lucha contra la obesidad.
En el 2013 tenía 28 años, pesaba 296 kilos y había renunciado a vivir una vida “normal”. Se pasaba sus días jugando videojuegos y navegando por internet. No veía absolutamente nada positivo en su vida.
Las excusas de Shand, como que tenía poco dinero para comprar comida orgánica, o casi nada de falta de voluntad, no sirvieron más que para alentar a los otros usuarios del foro en el que él estaba a acompañarlo en su lucha.
”Imagina no poder salir de tu casa por años ni ver a tus amigos porque tu autoestima te lo impide. Imagina no poder ducharte durante días porque tu cuerpo es tan grande que no cabes en la ducha”.
Fue tanta la solidaridad hacia sus problemas, que se inició una campaña online para recaudar fondos para una cirugía de reducción de piel. Esto, entre otras cosas, lo motivó a retomar las riendas de su vida y hacer algo por su salud. Fue así como se inscribió en una página de físicoculturismo.
”Pregúntenle a este hombre gordo lo que quieran”, fue el mensaje con el que recibieron a Jesse en esa página junto a una foto de sí mismo. Él sabía que recibiría una avalancha de insultos.
El post se replicó inmediatamente y se convirtió en el más popular del sitio. Pero además de la ola de insultos que recibió, también provocó otra reacción:
”Para mi sorpresa, hubo varios que intentaron convencerme de que no era demasiado tarde para mejorar mi situación”.
Comenzó con pequeños cambios en su dieta, bajando, por ejemplo, de ocho quesadillas que comía en la cena, a siete. Luego empezó a contar las calorías y a grabar sus rutinas de ejercicio.
Además, permaneció en el foro de físioculturismo para no perder la motivación y conseguir ayuda sobre ejercicios y dietas. Todas sus rutinas y etapas las grabó en su canal de Youtube Wetbreast.
A partir de ahí Jesse cambió su vida por completo: ¡bajó alrededor de 190 kilos! Lo que le permitió sentirse mucho más activo frente al día a día, hasta que llegó a los 120 kilos.
Es así que la compasión humana y la tecnología se unieron en una de las historias más inspiradoras de transformación. Pues miembros del foro se reunieron para salvar la vida de este joven, demostrando que también la bondad y la compasión humana pueden florecer en algunos rincones de Internet.