Como bien sabes, cada vez que entrenas tus músculos hay un número establecido de repeticiones, de peso que debes levantar y demás, pero también es necesario medir el esfuerzo que le estás metiendo a tu entrenamiento, y para ello existe la Escala de Borg, lo que sin duda te ayudará a sacarle el máximo provecho a esos momentos que dedicas a tonificar tu cuerpo.
Actualmente existe una infinidad de aparatos para medir prácticamente cualquier cosa: el pulso, el estrés, el sueño y la actividad, como los pasos que caminas, los kilómetros que corres, entre muchas otras cosas, lo que sirve de gran apoyo para que lleves un mejor control de tu entrenamiento.
Si bien es cierto que todo lo anterior sirve para elaborar un mejor plan de acción de acuerdo a lo que necesitas, es imprescindible que conozcas el nivel de esfuerzo que le estás poniendo; esto quiere decir que vas a medir la energía, y eso se logra con la escala, que ya es todo un clásico dentro del mundo del acondicionamiento físico.
Si existe algo que te puede limitar al momento de ejercitarte es la fatiga, pero esta no solamente es física, sino que también el cansancio mental puede jugar en tu contra. En el caso de lo físico puede haber contracturas musculares, lesiones y dolores, entre otros; y en el caso de lo mental, puede ser generado por el estrés del trabajo, problemas familiares y personales, y en general las complicaciones de la vida diaria.
Para lograr el mejor resultado debes planear muy bien en qué momento aplicar el máximo del esfuerzo y cuando bajar la intensidad, con lo que la musculatura recibirá el trabajo adecuado y evitarás lesionarte. Para ello es necesario que sepas para qué sirve cada ejercicio y cuáles son tus objetivos.
La función de la Escala de Borg es que al conocer bien el ejercicio, le des valores del 1 al 10, yendo de un esfuerzo “muy suave” hasta la “máxima intensidad”; y claro, se trata de una valoración subjetiva que te indicará cuándo debes aplicar un poco más de energía o, bien, cuándo es el momento de terminar de entrenar.
Esta escala la debes aplicar durante cada ejercicio de tu rutina, teniendo en cuenta el trabajo acumulado, porque si haces el mismo ejercicio en varias series, obviamente sentirás que haces más esfuerzo en la tercera serie que en la primera, así que debes estar atento a estos factores.
Gunnar Borg, creador de la escala, subrayó que lo esencial es tener sentido común a la hora de aplicarla, además de tomar en cuenta datos fisiológicos, clínicos y psicológicos para que el resultado sea el que estás buscando, y lo mejor es que esto lo puedes aplicar en tu vida diaria, al ir al supermercado y cargar las bolsas de lo que compraste, o al estar en la oficina; en fin, en cualquier parte.
Si eres capaz de darte cuenta de la actividad que estás realizando, entonces no batallarás para saber qué valores asignar al esfuerzo que tu cuerpo está sintiendo, y claro, tampoco se trata de que intentes engañarte a ti mismo, sino que sea un ejercicio de honestidad, o de lo contrario no vas a poder alcanzar tus metas.