Un soldado regresó de los vastos bosques congelados rusos once años después de haber sido dado por muerto. La policía lo detuvo pues desertó del ejército. Se escondió en un bosque en el lejano oriente de Rusia durante más de una década.
De acuerdo con informes, el hombre de 30 años de edad, del que no se conoce su nombre, fue reclutado por el ejército en 2003 y fue enviado a la península de Kamchatka. Sin embargo, luego de un año decidió que había tenido suficiente y simplemente se echó a andar por el bosque en 2004.
En un comunicado, la delegación regional del Ministerio del Interior dijo:
“Vivió en Kamchatka todo este tiempo, ocultándose principalmente en el bosque. Se pudo sostener con trabajos ocasionales y no trató de ponerse en contacto con su familia”.
Esto parece ser cierto, pues la búsqueda se detuvo cuando su familia identificó un cadáver que se parecía a su pariente desaparecido. Esto ocurrió unos meses después de su desaparición, e incluso enterraron el cuerpo. Mientras este soldado se maravillaba con los paisajes increíbles de la región de Kamchatka…
Según informes, el exsoldado construyó su casa con materiales de desecho en las afueras de Petropavlovsk-Kamchatsky, y se ganaba la vida trabajando en una granja de cerdos privada, donde recogía el excremento.
El Ejército Ruso lo declaró culpable de deserción, por lo que puede enfrentar hasta siete años de prisión.
Valentina Melnikova, jefa del Comité de Madres de Soldados de Rusia, dijo que dudaba que el soldado recibiera pena de prisión por su ofensa:
“Había un montón de desertores en esos días en el lejano oriente. Hemos tenido casos en los que algunos podrían esconderse en un sótano durante años, pero a los que se les puede hacer un examen psiquiátrico y luego ser puestos en libertad”.
Si este soldado ya tenía 11 años en una vida tranquila, al parecer libre y sin problemas, habría que preguntarse qué es lo que lo hizo volver.