Luke Mahoney tiene 40 años de edad y está muy acostumbrado al manejo de detectores de metal, ya que justamente tiene una tienda de estos aparatos, y a través de ellos le llegó la fortuna, y no es que haya vendido muchos, sino que con uno solo fue suficiente para encontrar un tesoro antiguo sin que lo estuviera buscando, como si se tratara de una película.
Mientras probaba un detector de metales que planeaba comprar para su negocio, Luke se encontraba detrás de un bar llamado The Lindsey Rose Pub, en Reino Unido, y como tantas veces lo ha hecho se puso a pasar el aparato sobre la tierra para ver si funcionaba y tal vez encontrar algo metálico, aunque nunca se imaginó que la suerte le iba a sonreír.
Uno de sus amigos es el dueño del bar y de la enorme propiedad detrás de él, que son cerca de seis hectáreas de terreno. Primero encontró una moneda de plata y claro que esto despertó su curiosidad, pensando en que tal vez habría más, y no se equivocó, pues al final dio con 60 monedas de oro y plata que son de entre los siglos XV y XVII.
El dueño del bar tampoco tenía idea de lo que había en el terreno, y cuando Luke le dijo que había encontrado la primera moneda no le dio mucha importancia, porque según dijo a medios locales, su amigo “siempre se emociona con todo lo que encuentra”, pero cuando empezó a desenterrar más tuvo que ir él mismo al terreno para ver lo que estaba sucediendo.
Algunos historiadores manifestaron que probablemente esas monedas fueron enterradas por un terrateniente que habitaba en la zona y se fue a pelear en la guerra civil inglesa en 1642, aproximadamente, con la idea de proteger su patrimonio y luego regresar por él, pero como vemos esto no sucedió sino hasta varios siglos después, cuando Luke lo encontró.
Ahora estos amigos están muy contentos porque, de acuerdo a Nigel Mills, un especialista en monedas antiguas, el tesoro encontrado tiene un valor de más de 130,000 dólares, así que esto ha sido algo similar a ganar un premio de la lotería. Por supuesto que ahora con mayor emoción Luke se dedicará a probar todos los aparatos que vende, y quién sabe, tal vez pronto encuentre algo mucho más grande.