¿Generación de cristal o generación de concreto? Mucho se ha discutido en redes sociales sobre los puntos de vista que se observan a través de los ojos de personas que vivieron diferentes épocas. Con la visualidad, las opciones de todos chocan y se dividen entre cuál generación es mejor o la que mejor ha sobrellevado sus condiciones.
La discusión no estuvo exenta cuando un barista transgénero de Starbucks estalló en llanto por las jornadas de ocho horas que tiene que llevar preparando café y lidiando con clientes de una sucursal. El joven también expresó que comparte sus horas de trabajo con su faceta de “estudiante de tiempo completo”.
Literalmente estoy a punto de renunciar. No sé si voy a hacerlo, pero realmente quiero hacerlo. Casi me voy hoy. Y estoy llorando en la trastienda y casi lloraba en el suelo.
—Barista de Starbucks
Los reclamos del barista fueron compartidos en Twitter por la cuenta de Sebastian Gorka (@SebGorka), donde el joven estudiante explicaba que trabaja 25 horas a la semana, mientras que los sábados y domingos, sus jefes le programaban horario completo. Entre llantos, comenta que solo hay cuatro personas para atender a toda la sucursal y los gerentes no parecen preocuparse por ayudar a la situación.
This is why everyone hates the older generation because y’all will say you want the best for our generations and then when we want it to be better y’all whine about how you had it worse and essentially say we deserve the same. I will never understand why you wouldn’t want better.
— Emilie (@mini_me_E) November 1, 2022
El choque generacional en los comentarios fue contundente, pues mientras algunos decían que su reacción era exagerada y que hay empleos en donde el estrés y responsabilidad, así como las jornadas son mayores, otros defendían su postura al señalar los tratos opresivos hacia los empleados.
‘Amigo, estás haciendo café. No es como si estuvieras trabajando en Home Depot cargando madera o trabajando en los estantes’; ‘Todo el mundo debería tener que hacer seis meses de venta al por menor para sentir cómo es al otro lado del mostrador’; ‘Actualmente, mi cara mientras veo esto en medio de mi tercer turno de enfermería de 16 horas’.
—Comentarios en el tuit
El chico confiesa frente a la cámara que ha pensado en renunciar, no tiene seguro cuándo lo hará, pero es algo que ha pasado por su cabeza. En su video, que fue grabado en la trastienda, asegura que los clientes le gritan cuando no tiene su órdenes lista.
‘No siento pena por ti. Tú eliges este trabajo. Puede salir en cualquier momento si es demasiado’; ‘Gente en los comentarios defendiendo el mal ambiente laboral y el abuso porque ellos también fueron abusados’.
—Comentarios en el tuit