La rebotadora pelota de la justicia le pegó de lleno en el rostro a Martin Shkreli, mejor conocido como el hombre más odiado del mundo; acaban de sentenciarlo a prisión y también pagará millonarias multas de dinero.
El juicio contra Martin Shkreli acaba de terminar y aunque su sentencia fue menor a lo que sus perseguidores querían, el hombre más odiado del mundo pasará un buen tiempo tras las rejas y seguirá pagando al gobierno para indemnizar los grandes daños que ha hecho.
Y es que no solamente perjudicó a las personas que necesitaban con desesperación el medicamento que él subió de precio, sino que estuvo cometiendo fraude con algunas de sus empresas y finalmente eso fue lo que lo llevó ante la justicia.
Para recapitular brevemente, recordarán que Martin Shkreli fue creador y presidente de algunas compañías farmacéuticas como Retrophin y Turing Pharmaceuticals, además de ser el gestor del fondo de cobertura MSMB Capital Management. Martin ganó su fama del hombre más odiado cuando decidió aumentar el precio del medicamento conocido como Daraprim.
Este medicamento ayuda al tratamiento de infecciones y especialmente era usado por personas con VIH para prevenir infecciones parasitarias. Estas píldoras tenían un precio de 13.5o dólares, pero cuando Martin adquirió la patente del Daraprim, subió el precio hasta los 750 dólares.
Dicen que no hay mala publicidad, pero al parecer Martin comenzó a disfrutar de su fama como hombre odiado y comenzó a exhibir sus lujosos gustos en los medios. Martin logró conseguir un cuadro de Picasso, un álbum raro de Lil Wayne y el único y valioso disco de Wu-Tang que le costó dos millones de dólares.
Finalmente, Martin fue arrestado por usar los activos de la empresa Retrophin para cubrir deudas que fueron provocadas por una perdida millonaria en el fondo MSMB. También enfrentó los cargos por haber ocultado información valiosa a los accionistas de MSMB.
Después de haber pasado algunos meses en prisión, finalmente se hizo un juicio en contra de Martin y sus perseguidores pedían una condena de 15 años en prisión. Pero después de analizar el caso con detenimiento, la jueza Kiyo Matsumoto lo sentenció a siete años de cárcel.
Según el abogado de Martin, Ben Brafman, la sentencia que habían solicitado era mucho menor. Ellos querían que solamente pasara en prisión 18 meses y cumpliera dos mil horas de servicio comunitario. Pero como dicen, la ley es dura, pero es la ley.
Además de los siete años de prisión, Martin tendrá que pagar una multa de 7.4 millones de dólares al gobierno por el daño causado. Pero eso no es todo, también le van a confiscar sus preciados bienes como el disco único de Wu-Tang Clan.
Martin aceptó estoicamente la sentencia y dijo que:
Nunca me motivó el dinero, quería hacer crecer mi reputación. Estoy aquí por los errores groseros, estúpidos y negligentes que cometí. No hay más a quien culpar sino a mí mismo.
Y tiene toda la razón. Así que ahora por sus errores Martin va a pasar siete años en prisión y al salir estará sometido a libertad condicional por tres años. Durante ese tiempo no podrá volver a trabajar en ninguna de sus empresas.
La justicia es lenta en algunos casos, pero finalmente el peso de la ley cayó sobre los hombros del hombre más odiado del mundo.