Los cromosomas X y Y son los responsables de la determinación del sexo en los humanos y otras especies, con la combinación XX para las mujeres y XY para los varones. Desde hace millones de años, esto se ha mantenido firme. Sin embargo, ambos cromosomas han tomado caminos diferentes en su evolución.
El cromosoma Y es seis veces menor en comparación con el X. Además, lleva 12 veces menos genes y, según un estudio publicado en la revista Chromosome Research por Darren Griffin, director del Centro de Estudios Interdisciplinarios de Reducción de la Escuela de Biociencias en Universidad de Kent, este podría dejar de existir dentro de 4.6 millones de años.
De acuerdo a la principal hipótesis, esto se debe a un debilitamiento constante en el cromosoma Y, que al contrario de los demás cromosomas que tienen dos copias en cada una de sus células, el cromosoma Y solo tiene una. Además, este solo se transmite de macho a macho, por lo que no sufre una recombinación genética. Esta evidencia se respalda por lo sucedido en otras especies como los ratones japoneses Tokudaia muenninki, quienes no tienen vestigios del cromosoma Y.
Aunque se ha visto que en otras especies, el cromosoma Y está a punto de desaparecer, en el caso de los humanos, desde que nos separamos de los chimpancés hace seis millones de años, no hemos sufrido una degradación en el cromosoma debido a los palíndromos, unas estructuras que protegen los genes e incluso recuperan los dañados. Sin embargo, la cantidad de estos es cada vez más baja. Pero ante esto, que desaparezca el cromosoma Y, ¿significa que no habrá más varones?
No exactamente. No pasaría nada y al igual que en el caso de los ratones japoneses, habría un reajuste genético y la responsabilidad de definición sexual se movería a otro cromosoma o al menos así se espera. Sin embargo, no se sabe si la capacidad reproductiva se mantendrá o habrá consecuencias en la herencia genética padre a hijo. Pero eso será un problema para los humanos de cuatro millones de años en el futuro.