Si disfrutas al soltar de vez en cuando (o diario) palabras altisonantes, es posible que seas una persona más inteligente que el promedio (y estamos seguros que luego de leer lo anterior, acabas de soltar una de esas palabras…).
También es probable que seas de esa otra parte que se reprime y no es capaz de emitir alguna grosería, y es que probablemente alguien, por lo regular los padres, con ceño fruncido y/o un dedo que señala y amenaza te dijeron: “Jurar es el signo de una mente débil”; “maldecir es el signo de un vocabulario pobre”; “la blasfemia es un signo de inteligencia limitada”; entre muchas otras cosas.
Sin embargo, una nueva investigación publicada en la revista Ciencias del Lenguaje, confirmó lo que muchos han sabido siempre en sus corazones: decir groserías no es de débiles mentales, es un signo de inteligencia verbal.
El estudio es un esfuerzo conjunto de psicólogos de la Universidad Marista y el Colegio de Artes Liberales de Massachusetts, que encontraron que las personas que dicen más groserías pueden realmente tener habilidades lingüísticas generales más fuertes que los que no lo hacen.
“Una suposición popular sobre el habla coloquial es que las palabras tabú se utilizan porque los hablantes no pueden encontrar mejores palabras para expresarse: porque los hablantes carecen de vocabulario. Una posibilidad es que la fluidez va a fluir de manera independiente de la materia de que se trate, pues no hay ninguna razón para proponer una diferencia en la amplitud del léxico y la facilidad de acceso a palabras tabú, en oposición a las palabras emocionalmente neutras”.
Para probar que su teoría es correcta, los investigadores les dieron 60 segundos a los participantes del estudio para recitar de un tirón todas las groserías que pudieran. Luego, se les pidió que hicieran lo mismo con un tema más bonito, como nombres de animales. (En las ciencias sociales esto se conoce como Prueba Oral Controlada de Asociación de Palabras).
Si los anticuados enemigos de las groserías tuvieran razón, los participantes con fluidez en maldecir deberían haber tenido problemas para enlistar las palabras neutras, pero sucedió exactamente lo contrario.
Quienes hicieron una lista larga de malas palabras eran consistentemente capaces de enumerar la mayoría de las palabras en otros ensayos, mostrando una asociación y conexión innegable entre sus habilidades para los insultos y un vocabulario global más grande.
Y esto se pone mejor. Debido a que los investigadores separaron las malas palabras en distintas categorías (insultos, peyorativos generales, términos sexuales, etc.) también se puede determinar que “quienes utilizan palabras tabú entienden su contenido expresivo general, así como las distinciones matizadas que deben extraerse para utilizar los insultos apropiadamente”.
En palabras normales, esto significa que es en realidad una señal de inteligencia verbal, en lugar de ser una deficiencia lingüística, lo cual es una gran ventaja profesional, por no hablar de una habilidad para la vida de la que muchas personas carecen.
Así que si quieres lanzar un par de palabrotas al cielo de vez en cuando, adelante. Sólo significa que eres mejor que los demás. ¡Y no, no estamos tratando de jo***te!