Los caminos de la vida son distintos para todos. Hay quienes van por la senda del estudio y alcanzan altos grados académicos, mientras que otras personas se dedican a trabajar en cuanto tiene oportunidad y llegan a la cima del éxito.
Luke Blackburn es del segundo tipo de personas, que prefirieren abandonar la escuela para dedicarse a su verdadera pasión y ahora la vida le está sonriendo a lo grande, aunque no tenga una carrera profesional. Este joven inglés de East Yorkshire se abrió paso en el mundo de la tecnología y apenas con 23 años ya es un millonario.
Hace seis años Luke decidió dejar los estudios y consiguió un puesto de aprendiz en una empresa de tecnologías de la información. Investigó sobre el mercado de las divisas a través de explicaciones y tutoriales en YouTube, pidió un préstamo de 1100 dólares y empezó a cambiarlo por monedas de otros países.
Además de su salario normal, estaba ganando unos cuantos cientos de dólares extra y se le ocurrió que podría compartir con otros su estrategia. De pronto se había convertido en todo un emprendedor y asesor financiero. Luke aprendió a dar su mejor esfuerzo desde casa:
Soy un chico de clase trabajadora de Hull [ciudad de East Yorkshire]. Soy una persona bastante realista, vengo de una familia normal con trabajos normales. He trabajado mucho y, en lo que a mí respecta, puedo gastar mi dinero en lo que quiera. Nunca quise preocuparme por pagar nada. Mis padres trabajaron muy duro y nos dieron todo lo que necesitábamos. Mi madre siempre decía “necesitas hacerlo bien” y definitivamente me inculcó una fuerte ética de trabajo.
En cuanto tuvo el dinero suficiente construyó una pequeña empresa de bienes raíces en renta y así es como gana un aproximado de 16,000 a 55,00 dólares cada mes. Con esos ingresos se puede dar una vida de lujos: compra autos costosos, relojes de lujo y sale de vacaciones con su familia al menos seis veces por año.
A sus 23 años, este chico inglés ya tiene bienes que valen un millón de dólares. Sus antiguos profesores le decían que no servía para nada, pero ahora Luke se puede dar el lujo de trabajar cuando quiere y donde quiera.
Aunque pueda pagarla, él no necesita una oficina; con una laptop y conexión a internet le basta para continuar con sus negocios:
A pesar del dinero, el objetivo nunca fue convertirse en millonario. Solo quiero estar libre de estrés y cómodo. No quiero preocuparme por las facturas ni nada de eso.
Luke suele mostrar en internet los costosos lujos que puede costearse y aunque muchas personas lo critican, pensando que es un niño rico mimado, también hay quienes lo felicitan por demostrar que es posible llegar a la cima del éxito con trabajo honesto.
Los tiempos y los caminos a seguir en esta vida no son los mismos para todos. Unos prefieren estudiar y otros, como Luke, disfrutan más de trabajar. Él buscóla forma de usar su talento para triunfar en el negocio de la tecnología y está siendo bien recompensado por todo su esfuerzo.