La vida de Patrick Saunders siempre ha estado muy conectada con el mundo de los caballos, trabajó durante su juventud en un establo e incluso enseñó a varias personas a montarlos, una de ellas fue Wendy, la mujer que se convertiría en su esposa.
A sus 88 años de edad, ya internado en un hospital, Patrick tenía un último sueño antes de morir: poder convivir con esos animales que desde la juventud lo habían acompañado; así que los enfermeros y personal del Hospicio de North Devon (Inglaterra) no dudaron en cumplir esta petición.
Al principio, tanto los enfermeros, como Jayne, la hija de Patrick, pensaron que sería algo pequeño, como llevar a un caballo para que lo viera desde el balcón de su cuarto; sin embargo, al contactar al centro de rescate equino en North Devon, ellos planearon algo incluso mejor.
En vez de llevar a un pony para verlo a la distancia, Ann Sims, la fundadora de este centro, decidió que Patrick debería de ser capaz de poder convivir con un caballo de verdad, tocarlo e incluso alimentarlo, así que puso todo de su parte para poder transportar a Viktor:
Pensé si en verdad es un hombre que ha pasado su vida rodeado de caballos, querrá ver a un caballo de verdad. Así que le lleve a un chico grande, llamado Viktor.
El staff del hospicio también ayudó para cumplir la última petición de Patrick, que volvió a sonreír y a ser feliz tras poder ver al caballo e incluso poder alimentarlo con zanahorias y manzanas.
Jayne habló para Huffington Post cual fue su sentir al ver la reacción de su padre:
Nunca esperé que tuviera una experiencia así en el hospicio. En verdad había tenido unas días muy malos, no era él mismo, pero cuando llegué, pude ver la felicidad en su rostro por convivir con un animal tan hermoso.
Jayne también explicó que los caballos forman una parte importante en la vida de su padre y de su familia, fue así como Patrick conoció a su esposa, con apenas 16 años, y también dedicó gran parte de su vida trabajando en un establo, así que, encontrarse con un caballo, para él fue un sueño hecho realidad, según la hija.
Esta experiencia fue, sin duda, una gran dicha para este señor, quien lo disfrutó hasta el último momento.
Patrick murió tres días después de la visita de Viktor; según Jayne, el poder ver a un caballo por última vez llenó de luz los últimos momentos de su padre y lo ayudaron a emprender el camino hacia una nueva aventura que se extiende después de la vida.
Cathy Whittingham, una de las enfermeras comenta lo que fue para ella y para el staff del hospicio cumplir la última petición de Patrick:
Nunca olvidaré la sonrisa en la cara de Patrick cuando estaba acariciando al caballo. Podías ver que tenían una conexión bastante real y las experiencias como estas son las que hacen a este hospicio tan especial. Quizás no podamos agregarle días a la vida de alguien, pero podemos ponerle vida a los días de nuestros pacientes.
A continuación, te dejamos con el video de este hermoso y emotivo encuentro, entre Patrick y Viktor, se vale llorar.