Hay quienes prefieren salirse por el camino fácil en vez de enfrentar las consecuencias de sus actos, como Edward Leclair, un delincuente sexual que se quitó la vida intencionalmente para evitar su castigo, que estaba siendo determinado cuando se envenenó a sí mismo.
Leclair, un hombre originario de Texas, Estados Unidos, de 57 años, se encontraba recibiendo el veredicto del jurado que lo juzgaba por el presunto abuso sexual a una menor. Mientras el jurado emitía el veredicto de “culpable”, el acusado bebía un líquido sin identificar. Luego fue encontrado inconsciente en su celda, para posteriormente morir en un hospital cercano. De haber vivido hubiera enfrentado hasta 100 años de cárcel.
Las acusaciones
Leclair estaba bajo sospecha de haber abusado de una persona de 14 años de edad. El crimen del que se le acusaba era haber tenido relaciones con la menor en julio de 2016, cuando la contactó por Craiglist, y continuar teniendo relaciones en fechas subsecuentes a pesar de que la niña aclaró que no tenía edad legal. La situación enfermiza duró años.
Posteriormente, la relación ilícita fue descubierta por la novia de Leclair, Melody Shae, pero no fue reportada. El 26 de julio de 2018, Leclair y Shae fueron arrestados, él por abuso y ella por no reportar el crimen. El hombre pagó su fianza de 30 mil dólares y vivió en libertad hasta el juicio.
La huida
Las cosas no pintaban bien para Leclair mientras se desarrollaba el juicio. En 2018, los cargos impuestos por la madre de la víctima aducían que su hija de 16 años había sido asaltada por el cincuentón. Sin el apoyo de su pareja, que había sido liberada de sus cargos por no reportar el crimen, el presunto agresor sexual se encontraba solo.
Durante los cuatro años que estuvo en libertad desde que pagó su fianza, las investigaciones siguieron su curso, incluyendo revisión de registros electrónicos y testimonios. El 8 de agosto inició el juicio y para el 11 de agosto de 2022, luego de que la fiscalía llamara a la víctima al estrado, el acusado fue hallado culpable de cinco cargos de asalto sexual a una menor. El hombre, que había estado bebiendo un líquido misterioso en pequeños sorbos, empezó a tomar copiosamente de un “líquido turbio” que tenía a su alcance en una botella de agua. Esa fue la última vez que se le vio con vida y consciente. Se cree que el líquido era un veneno que empleó para “escapar de su castigo”.
Sin justicia
Luego de ser enviado a su celda para esperar la determinación del castigo por sus crímenes, uno de los investigadores pidió al alguacil que fuera a revisar el estado del sentenciado, pues su comportamiento le había parecido sospechoso. Las autoridades encontraron a Leclair colapsado, por lo que fue llevado a un hospital cercano, pero al poco tiempo fue declarado muerto.
Debido a que “no se presentó” para recibir su sentencia, podría ocurrir que, a pesar de haber sido encontrado culpable de todos los cargos, legalmente sea declarado un juicio nulo, lo que es considerado por los involucrados, especialmente por la víctima y su familia, como una falla de la justicia. Aún no se esclarecen los hechos ni se identifica la sustancia que pudo envenenar al condenado, pero lo que sí es seguro es que se escapó de su castigo.