No es una super fiesta en una de las comunidades asiáticas de América, tampoco el Oktoberfest que se celebra cada año en la ciudad Bávara de Múnich, en Alemania, desde 1810. Es el primer Festival de la Cerveza celebrado en Pyongyang, Corea del Norte.
Esta fiesta comenzó en la capital de este controvertido país con capacidad para recibir a 800 personas y tendrá una duración de 20 días, con la intención de promover la cerveza local de origen artesanal Taedonggang.
Se nombró así en honor a uno de los monumentos más famosos del norte, el río Taedong, donde actualmente se celebra el evento que al parecer no le pide nada al Oktoberfest.
El festival comenzó unos días después de que el líder norcoreano Kim Jong-un amenazó con lanzar un ataque nuclear contra EU, a quien acusó de tratar de invadirlos.
Tal parece que Corea del Norte intenta suavizar su imagen después de meses de disputas con la comunidad internacional sobre su programa de armas nucleares.
Por sólo un euro cualquiera puede ingresar al festival donde podrán disfrutar de 7 diferentes tipos de cerveza de la compañía Taedonggang, con un gran sabor.
Hace unos años, el New York Times describió en un artículo a la Taedonggang como “una cerveza con cuerpo, un poco dulce, con un dejo de sabor ligeramente amargo”.
Durante la inauguración, asistieron 500 invitados especiales que pudieron degustar en forma gratuita la cerveza; posteriormente se abrió al público en general.
La cerveza de Corea del Norte, Taedonggang, se elabora con los equipos comprados a Inglaterra en 2000. Choe Yang Nam, director de la Oficina de Servicios Generales del Pueblo, dijo:
“Esta Fiesta de la Cerveza Taedonggang de Pyongyang tuvo lugar junto al encantador y privilegiado río Taedong; es una ocasión significativa, lo que demuestra la superioridad y vitalidad de nuestro sistema socialista de estilo propio, que aborda todo acerca de las personas. También sirve para promocionar nuestro producto famoso, la cerveza Taedonggang, y hacerlo más competitivo”.
Actualmente la cerveza sólo se vende en Corea del Norte y en China, aunque en cantidades limitadas, pero los coreanos no quieren desaprovechar esta fiesta que se quiere posicionar a la par que el Oktoberfest.