Juan Carlos Maldonado Romo, de 47 años, construyó una casa de cuatro plantas utilizando materiales reciclados que compró, recolectó y recibió a lo largo de los cinco años que inició con su proyecto. El domicilio está ubicado en Aguascalientes, México, pero la estructura podría correr sus últimos días ante una petición de demolición por parte de Protección Civil.
La llamada “Casa de basura” tiene alrededor de 100 metros cuadrados de construcción. La primera planta fue hecha con buenos cimientos y materiales resistentes. Sin embargo, los siguientes pisos fueron hechos con “basura”: tablas, tubos, lonas, barrillas, entre otros materiales, que Juan recolectó para darle forma a su hogar, que llama cariñosamente “La Cabaña”, que integra espacios para dormir o cocinar.
La peculiar edificación saltó a la mirada del internet cuando el youtuber conocido como Yulai hizo un video recorriendo el interior de la casa y hablando con su constructor, quien relató su historia de vida y qué lo llevó a hacer una casa de esta manera, la cual quiere destinar en un futuro para hacer un negocio familiar.
Hace algunos años, Juan Carlos tuvo que emigrar a Denver, Estados Unidos, para buscar mejores oportunidades para él y su familia. Sin embargo, la relación con su esposa no funcionó y se separaron. Él regresó a México y con su ahorros convirtió su terreno en Aguascalientes en un hogar que pudiera heredar a sus hijos como patrimonio.
Juan fue el único encargado de hacer su casa. Con su propias manos, realizó el diseño e hizo realidad el sueño de construir un patrimonio. Sin embargo, el esfuerzo que ha invertido en hacer su casa, de la que menciona que ha gastado alrededor de 150 mil pesos (más de ocho mil dólares), puede venirse abajo. En el video de Yulai publicado el 5 de febrero de 2023, Juan dijo haber recibido un oficio de Protección Civil para demoler su casa por considerarla insegura.
Los primeros dos pisos de la construcción, el que está fincado al piso y el siguiente que se apoya en el techo, cumplen con los requerimientos, pero el resto es considerado un riesgo para la comunidad por su altura, fragilidad y estructura improvisada. Sin embargo, Juan insiste en que su edificación es segura.