Xu estaba muy triste porque terminó con su novia, así que regresó a su pueblo natal en China para pensar en la mejor manera de hacer que regresara con él, lo que de entrada ya parece una pésima idea, pero ya sabemos que cuando alguien se aferra a algo, no descansa hasta que lo logra o se enfrenta de nuevo con el rechazo. Este hombre creó un auténtico paraíso, una “isla del amor” para reconquistarla.
Durante un mes, Xu transformó un pequeño islote en un nido de amor, así que invirtió unos 1500 dólares, que eran todos sus ahorros, y con la colaboración de vecinos del lugar realizó un cambio increíble, colocando flores rosas, un bello árbol, que es un símbolo del amor en China, además de un camino de piedra en forma de corazón. En fin, cuidó todos los detalles.
El resultado fue magnífico. Sin embargo, cuando Xu invitó a su ex a su pequeña isla del amor, no obtuvo el resultado que esperaba, pues ella no accedió a retomar la relación. Así que se quedó sin dinero, cansado y, de nueva cuenta, con el corazón roto. Esperemos que no esté planeando otra cosa de este tipo, aunque parece que ya está muy resignado a que todo terminó e, incluso, aseguró que le deseó buena suerte y que encontrara “al amor de su vida”.
Aunque la isla no logró traer un final feliz a mi historia de amor, ha visto florecer el amor entre otras personas. En este sentido, creo que he hecho algo bueno.
-Xu
Ahora este lugar se ha convertido en un punto de reunión para los enamorados y recién casados que van ahí a tomarse fotos. Su obra tuvo un buen impacto para su comunidad y, quién sabe, tal vez pronto encuentre a otra chica que sí le agrade este lugar. Nadie sabe para quién trabaja…