A veces nos gustaría tener mucho dinero para poder comprar ropa de marca, ir con sastres a que personalicen nuestras prendas o contratar a un experto para que nos elija el atuendo perfecto. Pero, ¿puede un hombre con presupuesto limitado costear algo así?
La respuesta es sí. Verse elegante no está reservado para las personas de mucho poder adquisitivo, el secreto reside en comprar inteligentemente y el día de hoy te daremos unos cuantos consejos para lograrlo sin morir en el intento.
La realidad es que los ricos la tienen fácil y nosotros, la clase trabajadora, debemos poner más empeño a la hora de ir de compras, pero puedes obtener buenos resultados, incluso con poco dinero, simplemente debes seguir estas reglas de oro:
1. Desarrolla expectativas razonables
Comprar con poco presupuesto es una actividad de largo plazo. Debes estar dispuesto a esperar por las prendas buenas que valen la pena ser agregadas a tu guardarropa.
Deberás ser realista en cuanto a lo que puedes y no puedes comprar, lo que adquieras debe mantenerse dentro de los costos acordados por ti mismo desde un principio. Por ejemplo, si nuestro presupuesto límite es de 50 dólares, no iremos a buscar prendas en las tiendas de marca, donde un playera puede costar hasta 1,000 dólares; debemos ser realistas.
2. Selección y estilo
Con bajo presupuesto, debes aceptar que no podrás comprar las últimas tendencias. Esas prendas serán más baratas al finalizar la temporada, que esto no te desanime, hay ropa clásica que jamás pasará de moda.
Así que debes aprender a esperar, ya que tal vez no encuentres algo cada vez que vayas de compras, de hecho, volverás con las manos vacías la mayoría de las veces, pero si eres constante encontrarás buena ropa a un precio accesible en las rebajas.
3. Ajuste
La ropa asequible no siempre se adaptará a tu cuerpo, sobre todo si compras en tiendas de segunda mano o en rebajas. Recuerda que si la prenda te gusta, pero no te queda a la medida, siempre se puede ajustar.
Convierte al sastre en tu “as bajo la manga”, compra ropa que puedas llevar a arreglar, tomando en cuenta que hay algunas cosas que el sastre puede y no puede hacer. Entre los arreglos más sencillos tenemos el levantar la bastilla de pantalones y puños de sacos y chaquetas, agarrar la cintura a pantalones de talla grande para que queden ceñidos, arreglar las costuras irregulares, etc.
Las modificaciones más desafiantes te costarán un poco más de dinero, pero aún así no será tanto como comprar una prenda cara.
4. Construye tu propio look
Muchas marcas de ropa cobran bastante por sus prendas porque te están vendiendo un look que un diseñador creó para los consumidores, o sea, lo tienen todo planeado.
No solo saben qué tipo de trajes nos van a ofrecer, sino qué camisas mostrarán con ellos, qué colores, patrones, corbatas que se usarán esa temporada, de manera que terminamos comprando todo el paquete a un precio excesivo.
Un armario construido pieza por pieza a largo plazo es lo mismo, pero más barato, y no tendrás que preocuparte por usar el mismo atuendo, podrás combinarlo como mejor te convenga y te apuesto a que eso te costará menos de la mitad de lo que sería si hubieras comprado todo el conjunto en la tienda de marca.
La versatilidad es la característica más preciada que puede tener una prenda de vestir. Cuantas más cosas puedas usar en diferentes vestuarios, más valor tendrán tus compras.
5. No le temas a las tiendas de segunda mano
Una vez que entiendas cómo funcionan, este tipo de lugares serán tu mejor aliado. En ellas puedes obtener gangas increíbles, por ejemplo, trajes de vestir en buen estado desde 25 dólares.
La gran desventaja de las tiendas de segunda mano es, por supuesto, la selección, por lo que debes acercarte a ellas con expectativas razonables. Harás muchas visitas antes de encontrar la prenda correcta.
6. Compras en línea
Comprar por internet en lugar de tiendas físicas puede ser un gran alivio por lo convenientes que son y también pueden ahorrarnos algo de dinero, si se es inteligente al comprar, obviamente.
La mayoría de las tiendas de ropa en estos días tienen ofertas y precios exclusivos para sus tiendas en línea, generalmente como ofertas breves y de tiempo limitado. De vez en cuando podrás encontrar algo que realmente te llene el ojo, con ofertas hasta del 90 por ciento.
Sin embargo, ten cuidado con los costos adicionales que puede traer el comprar por internet, por ejemplo, puedes encontrar un suéter de 40 dólares que ahora cuesta 30, pero el costo de envío de 15 dólares hace que al final esa oferta no tenga sentido. También ten en cuenta las políticas de devolución, pues cuando compras sin probarte las prendas, a menudo tienes que hacer cambios y eso también tiene un costo extra.
7. Ofertas en grandes tiendas
No todo debe ser comprado en segunda mano o en línea, también puedes ir a las tiendas y aún así encontrar buenas ofertas, solo debes saber cuándo buscar.
Muchos lugares ponen ofertas de mitad y final de temporada, y la ropa es mucho más barata que a principio. Intenta buscar las ofertas de final de temporada, en algunos lugares prácticamente regalan las piezas, son precios bastante accesibles y muchas veces encuentras hasta ropa de marca.
8. Aprende a decir “No”
Comprométete a ser exigente, compra ropa que sea lo suficientemente resistente para que te dure un buen tiempo; que se adapte tu estilo personal y que pueda ajustarse a las demás prendas del guardarropa.
Si no cumple con todos estos requisitos, entonces no vale la pena adquirirla, incluso si está en oferta.
9. Invierte en un armario de calidad básico
No todo lo que posees debe ser rebaja o segunda mano, hay cosas en las que vale la pena invertir un poco más y que son elementos básicos en tu clóset.
Pantalones, camisas, un saco sport, un buen suéter y un traje para ocasiones importantes; procura invertir en estas prendas, invierte en calidad y acentúalas con tu demás ropa, es sencillo.
10. ¿Cuándo puedes gastar en grande?
Hay algunas ocasiones en las que querrás irte grande y pagar el precio completo por un artículo que te gustó demasiado, no pasa nada, no tengas miedo a adquirir esa prenda. Solo procura que sea:
Algo que vayas a usar a corto plazo. Como un traje para asistir a múltiples eventos, a una entrevista de trabajo, algo que es de último minuto y que a la larga puedas usar de nuevo.
Artículos únicos. De vez en cuando, los diseñadores sacan colecciones que van totalmente con nuestro estilo. Si crees que es algo que se venderá como pan caliente y que tal vez no regrese, entonces cómpralo. Haz esto con artículos verdaderamente necesarios, y que no se convierta en tu justificación para comprar a lo loco.
Una inversión a largo plazo. Que sean cosas de calidad y duraderas, calcula el costo por uso. Por ejemplo, unos zapatos de 350 dólares pueden valer la pena si los vas a usar en múltiples eventos, como salidas, reuniones, etc. Del mismo modo, un traje de 1,000 dólares que dura treinta años es una mejor compra que uno de 250 que se desgasta en cinco.