La solidaridad y apoyo al prójimo siempre es algo que se agradece y habla bien de las personas, de la comunidad en general y de todos aquellos que deciden reflejar su humanidad en actos memorables.
Un ejemplo de esto es lo que sucedió en la ciudad San Martín de los Andes, en Argentina, donde los trabajadores de un restaurante hicieron algo digno de toda admiración hacia uno de sus compañeros.
El chef Walter Fortino trabaja en un restaurante llamado Don Florencia, pero el vive en una zona demasiado alejada de la ciudad. A pesar de esto, es muy puntual y sabe perfectamente cómo organizar sus horarios.
Eso no implica absolutamente ningún problema, la verdadera dificultad aparece cuando este hombre tiene que recorrer un total de 4 kilómetros diarios para asistir a su trabajo y cumplir con su deber.
Obviamente, un auto podría solucionar absolutamente todo, pero el buen Walter no cuenta con uno, por lo que sus traslados eran en bicicleta o simplemente a pie, pues la zona en la que vive es tan lejana que no hay transporte público en la noche, así que su única opción era tener paciencia y caminar o pedalear.
Graciela, su esposa, compartió la historia de su marido en Twitter y como era de esperarse, se viralizó de inmediato y a los pocos días, cuando Walter cumplió años, sus colegas le hicieron un inesperado pero muy necesario regalo.
Sus compañeros de trabajo tardaron algunos meses ahorrando todas las propinas del verano para comprarle un pequeño pastel, pero no solo eso, también le compraron una motocicleta totalmente nueva de paquete para que le fuera posible trasladarse con calma.
acuerdan que les conté que mi marido q es cocinero en Don Florencio caminaba o bicicleteaba al laburo todos los días. 7 km ida 7km vuelta x q no hay colectivos a la noche?
resulta que los compañeros juntaron la propina del verano e hicieron esto!!! pic.twitter.com/LtU2rY7h8N— JaneDoeZ 🇦🇷 🇷🇺🇵🇸 (@Asdfg4417) February 11, 2021
No sabes lo que lloramos. Llegó y me mostró el casco y dije: “Joya, más protegido en la bici”. Me dijo que había más, yo pensé en el pastel, ¡pero al salir de casa vi la moto! No lo podía creer.
-Graciela
Además, este bondadoso incidente trajo publicidad al restaurante donde trabaja Walter. Ahora la gente comparte su experiencia en este.
Es un espacio con gente de gran calidad humana, sentido de esfuerzo y solidaridad, su comida no solamente es exquisita, sino que está preparada con mucho cariño.
Después de recibir muchos comentarios en Twitter, el restaurante comenzó a tener gran afluencia de comensales, para además de comer algo delicioso, visitar al buen Walter y a los encargados de este noble acto.
Esta historia es maravillosa y esperemos contar más del mismo tipo, pues nos dejan además una moraleja: Si uno entrega bien al mundo, en algún punto de la vida, el mundo te devolverá todo ese bien.