Esto puede pasar en cualquier momento, en cualquier lugar, aunque tú seas muy tranquilo y no te metas nunca en problemas: algún loco o idiota pueden llegar e insultarte o tratar de agredirte… ¿qué vas a hacer?
Tal vez estés con una chica, por lo que será complicado que puedas huir a la batalla, así que lo mejor es que estés preparado para ese momento en que se desate una pelea callejera en la que tú seas el protagonista…
A continuación, te presentamos 8 pasos básicos para que salgas bien librado de una pelea callejera:
1. ¡Despierta!
Si alguien te amenaza, empieza planear tu forma de defenderte; ubica en qué lugar estás, si puedes usar algo como arma, o bien, si son varios los que intentan atacarte, ve planeando una ruta de escape. Si actúas antes que tus contrincantes, seguro tendrás mejores resultados.
2. Calma la situación
Antes de usar la fuerza física, trata de calmar a quien intenta agredirte. Tal vez lo ofendiste de alguna manera y no te diste cuenta; en tal caso, investiga qué sucedió y ofrece una disculpa, aunque sepas que el tipo está ebrio y que tal vez no tendrías por qué disculparte, pero piénsalo: siempre es mejor dejar el ego un rato y hacerlo, antes que entrar a los golpes. Habla con confianza, aunque te estés disculpando sé firme y nunca, pero nunca, le demuestres que estás asustado.
3. Aléjate
Si el atacante no entendió con palabras y sigue con su idea de golpearte, trata de alejarte del lugar. Es mejor que enfrascarte en una pelea sin sentido. Camina hacia atrás para que en todo momento puedas ver a tu enemigo, ya que si es un tramposo, no dudará en atacarte en cuanto le des la espalda.
4. Ponte en posición de pelea
Bueno, parece que el idiota que te estaba molestando no entendió y tú no pudiste escapar… Ahora asume una posición de combate: abre tus piernas al ancho de tus hombros y flexiona un poco tus rodillas. Sube tu guardia para protegerte y aprieta la mandíbula; ya que si te conecta un golpe a la mandíbula floja, te la fracturará en un segundo.
5. Defiéndete
La idea principal es defenderte de un ataque que tú no provocaste, así que tienes que echar mano de alguna artimaña, o de tomar algún objeto que te pueda servir como arma, no lo dudes y hazlo. Puedes encontrarte a la mano alguna silla, una tabla o incluso una botella.
Si no encuentras nada, existen estas técnicas:
Rodillazo en la ingle
No hay mucho qué explicar: la ingle es quizá la zona más vulnerable de un atacante, no importa su tamaño.
Patada en rodillas, ingle o abdomen
Apóyate y lanza la patada con toda tu fuerza y la intención de lograr el mayor daño posible en tu oponente. Encuentra el momento justo ¡y ataca!
Cabezazo a la cara
Justo en la frente tenemos uno de los huesos más duros del cuerpo, lo que lo convierte en una poderosa arma que puede descontrolar a tu enemigo desde el inicio. Si lo haces bien, probablemente sea el único movimiento que necesites hacer para terminar la pelea.
Un golpe
Al igual que la patada, aplica toda la fuerza en un solo golpe y conecta en el lugar y momento preciso. Si lo logras, de inmediato pondrás a dormir a tu atacante.
6. Mantén una buena defensa
Si no pudiste terminar la pelea con un solo golpe, tienes que defenderte de forma adecuada. En el fragor de la batalla es seguro que unos cuantos golpes te toquen, pero mantén una buena defensa para que el daño sea mínimo:
Golpe a la cabeza
A menos que tengas la habilidad de Muhammad Ali, lo más probable es que algunos golpes logren conectarte. Para disminuir el daño, ve hacia el puño, aprieta los músculos del cuello y la mandíbula. Con esto, harás que el golpe probablemente se desvíe hacia un lado, o bien, trata de que el puño impacte en tu frente, recuerda que es un hueso muy resistente.
Golpe al cuerpo
Aprieta los músculos, pero no como si estuvieras “metiendo la panza”; solo trata de tenerlos tensos. El secreto es: ¡muévete! de esta manera será más difícil que los golpes entren directamente a tu estómago o que impacten otros órganos.
7. Grito de batalla
Esto es importante para dos cuestiones: intimidar a tu rival con un potente grito de batalla; y por otro lado, esto llamará la atención de la gente que te pudiera ayudar o detener la pelea, en caos de que vayas perdiendo.
8. Vete de ahí
Después de dejar fuera de combate a tu atacante, vete de ese lugar. Ya no tienes nada qué hacer ahí.