La laguna que visitaba con su padre cuando era niño estaba totalmente contaminada e iba a ser secada; este hombre no se quedó de brazos cruzados y él solo la limpió en 15 días.
Para el peruano Marino Morikawa, la laguna El Cascajo, en Huaral, es un lugar especial de su infancia. Cuando era niño solía visitarla con su padre y pasar el día pescando. Cuando él estaba terminando sus estudios de doctorado en la Universidad de Tsukuba en Japón, su papá le llamó para darle una mala noticia: la laguna iba a ser destruida por estar demasiado contaminada.
El lugar que recordaba con nostalgia se había convertido en un basurero, cubierto de desechos y cada vez con menos flora y fauna. La alcaldía del lugar tenía planeado secar por completo la laguna y convertirla en tierras para cultivo. Al enterarse, Marino voló 30 horas desde Japón para evitar que destruyeran un trozo de su infancia.
Con su Doctorado en Ciencias Ambientales, para Marino limpiar la laguna era pan comido; pero las demás personas, e incluso su familia, creían que estaba loco por querer hacer su labor de limpieza. Pero este científico de solo 30 años siguió adelante con su plan.
Para comenzar, Marino se mudó a vivir muy cerca de la laguna para comenzar sus labores a las seis de la mañana. Dedicó los primeros días a realizar estudios sobre el viento, agua, tráfico de aves y otras especies, así como el comportamiento urbano cercano al lugar.
Después, este genio construyó un sistema con cañas secas de bambú para dividir la zona en diferentes sectores y solo con eso pudo retirar las algas acuáticas, cortándolas de tal forma que el viento las arrastraba hacia fuera de la laguna.
También usó una nano burbuja diseñada para capturar y eliminar las bacterias del agua. Según él, este invento:
Es una burbuja 10 mil veces más pequeña que la de la gaseosa. Tiene unos iones positivos y negativos. Eso genera que tenga una concentración alta de energía. Las bacterias, por tener esta concentración, se adhieren a esta nano burbuja. Al adherirse, como ya no pueden escaparse, se autodestruyen o se mueren por la falta de movilidad o alimento. O sea, estamos creando una bombita para que estas bacterias se desmolecularicen y ya no existan.
Aunque suene increíble, todo el sistema que empleó Marino fue construido con materiales muy sencillos de encontrar en cualquier ferretería y no fue costoso. En tan solo 15 días, este genio ecológico limpió la laguna y le devolvió su antigua belleza.
Para sorpresa de todos, más de 70 especies de aves y peces volvieron a habitar la laguna. Este logro lo motivó y ahora Marino tiene otros dos grandes proyectos de descontaminación de lagos.
Para la descontaminación del Lago Titicaca ya se cuenta con el apoyo de cinco empresas y solo están esperando la decisión del gobierno de la licitación sobre las plantas de tratamiento de aguas residuales. Sobre este proyecto, Marino comentó que:
Hemos ido ya a cuatro colegios de diferentes edades para concientizar a los chicos de cuál es la realidad y que ellos pueden recuperar. Sería hermoso que al menos uno recuerde que un chinito habló hace tiempo de tecnología y que vaya al extranjero a capacitarse y regrese a su Perú a recuperar las cosas.
También tiene el proyecto de limpiar el oasis natural de la Huacachina y gracias a sus estudios de alto nivel, este científico se ha convertido en un héroe con su propia compañía Nanuplus7, de la que se esperan grandes cosas en el futuro.
Tal vez no hace falta tener un doctorado para actuar a tiempo y salvar nuestros espacios naturales, pero a este genio sí le ayudó ser un doctor en ciencias ambientales para hacer más rápido su labor de limpieza. Se merece un aplauso este genio varón.