Un bromista con cáncer terminal realizó su última travesura instalando una placa fuera de un hospital, reconociendo al equipo de Quidditch… (el Quidditch es el deporte ficticio que se practica en la película de Harry Potter en su escuela de magos).
En esta placa falsa se lee:
“Dedicado a los niños de Bristol. En la Copa Mundial de Quidditch en 1998. Mensaje encantado por Adou Sosseh. ¡Tengan un día mágico!”.
La placa falsa no llamó la atención durante dos años, pero ahora ha sido colocada de forma permanente en memoria de Cormac Seachoy, el bromista, quien desafortunadamente murió.
Mientras Seachoy estaba en el hospital, y durante octubre y noviembre de 2014 comenzó una campaña de Kickstarter para recaudar el dinero suficiente para la placa.
Después de juntar el dinero, se coló una noche para poner la placa, para el deleite de todos los niños que pasan y que están dentro del Hospital Infantil de Bristol desde entonces. La placa lucía tan “oficial”, que incluso el personal del hospital no se dio cuenta que era falsa.
Ahora, tendrías que ser un verdadero fan de Harry Potter para entender la broma, pero Adou Sosseh es el capitán del equipo de Quidditch de Senegal que perdió la Copa del Mundo de 1998 con Malawi. Si eres un fanático de Harry Potter y no lo sabías, no lo tomes a pecho, esto fue revelado por J. K. Rowling en su página web Pottermore.
Como explicó Cormac en Kickstarter:
“¡El proyecto está un poco en el campo izquierdo para ser entendido! Así que aquí está una versión menos mental de lo que está pasando. Hay una enorme escultura afuera del Hospital Infantil en Bristol, que tiene unos aros enormes, y se ve increíble.
“Cada vez que paso por ahí creo que se ven como postes de Quidditch, así que pensé que sería una idea genial para transmitir de alguna manera a Bristol, que la escultura es en realidad los postes de Quidditch de la Copa del Mundo de 1998 y que han sido encantados como un regalo para el Hospital Infantil de Bristol.
“Así que compré una placa de bronce fundido muy elegante y permanente; la grabé con una dedicatoria, y estará pegada a la pared debajo de la escultura a principios de diciembre, como un regalo de Navidad para el hospital”.
Trágicamente, poco más de un año después, Cormac fue diagnosticado con cáncer de intestino terminal y falleció a los 27 años de edad, el 16 de diciembre de 2015.
Pero su broma continuó, pues los directivos del hospital no se dieron cuenta de la placa sino hasta seis meses más tarde de haberse colocado, y se comprometieron a mantener la placa en memoria de Cormac.
Los aros de la escultura se colocaron en 2001, cuyo nombre es “Lollypop-Be-Bop”, diseñados y creados por Andrew Smith, y los pacientes pueden cambiar las luces dentro de los aros por control remoto desde el hospital.
Inspirado por Cormac, sus amigos y familiares recaudaron más de 14 mil dólares en su memoria para organizaciones benéficas, incluyendo una escuela en Malawi.
El hospital se limitó a decir:
“Planeamos dejar la placa, pero pedimos que cualquier otro ser mágico que desee erigir placas en nuestro espacio, nos hablen primero, para que los muggles (humanos sin poderes mágicos) entre nosotros puedan decir gracias, cuidar y mantener estos regalos”.
Un bromista hasta el final, y más allá. Descanse en paz Cormac Seachoy.