Caballeros, en la vida fuimos molestados o molestamos a alguien en la escuela. Ahora, como personas adultas, podemos ver que eso estuvo mal, y tal vez jamás podremos reparar ese daño, pero sí podemos asegurarnos de que nuestros hijos no pasen por lo mismo, cual sea el caso.
Louie Amundson lo entendió cuando su hija de 10 años le preguntó si alguna vez había intimidado a alguien en la escuela. Él, avergonzado, le dijo que sí. Esto lo llevó a ponerse en contacto con Chad Morrisette, el hombre a quien molestó en la secundaria, para pedirle una sincera disculpa.
Chad lo perdonó y ahora su historia nos da dos enseñanzas muy grandes: como padres, es necesario poner el ejemplo y alentar a nuestros hijos a no ser unos bravucones, y segundo, que es sabio pedir disculpas a quien se le hizo daño.
Loui(<Louie) se mostró arrepentido y dispuesto a mostrarle a su hija que lo que hizo de joven es completamente incorrecto. Este fue el mensaje que envió a Chad con la esperanza de que le contestara. Para su sorpresa, el otro hombre estaba agradecido.
Chad se mostró sin rencores y sorprendido de que Louie fuera la primera persona en disculparse con él después de todos estos años. Louie, por su parte, le reiteró que su perdón era muy valioso para él…
Pero esto no acaba aquí, ya que su conversación se volvió viral después de ser compartida en un programa de televisión que los alentó a reencontrarse después de 20 años. Los hombres aceptaron con gusto y se volvieron a ver en su antigua escuela, donde por fin Loui(<Louie) le pudo pedir disculpas a Chad frente a frente.
El reportaje hecho sobre esta historia tocó temas sumamente fuertes, pues Chad acepta que pasó por momentos de desesperación donde, incluso, llegó a pensar en quitarse la vida.
Por fortuna, no estaba solo. Chad acudió a sus amigos más cercanos y algunos profesores de la escuela, a quienes recuerda con mucho cariño y les agradece haberlo ayudado en esos momentos tan difíciles. Incluso hubo quienes no pudieron ocultar las lágrimas al ver que, esta vez, triunfó el bien.
Al final del día, estos dos excompañeros de la escuela acudieron a un bar local a tomarse unas cervezas junto a las personas que los apoyaron. A continuación te dejamos el reportaje y te recordamos que siempre hay que ser la mejor versión de uno mismo y una disculpa sincera nunca llega tarde.