Cuando los vemos actuando en las películas y en los eventos recibiendo premios por la majestuosidad de sus actuaciones, nunca nos imaginamos lo bondadosos o poco compasivos que pueden ser los actores.
Sin embargo, hay quienes demuestran que su fama y fortuna también puede servir para ayudar a la gente que se encuentra en desgracia, en especial luego de algunas contigencias climatológicas.
Hace una década la población estadounidense de Nuevo Orleans fue golpeada por el huracán Katrina, considerado el más destructivo en la historia de este país. Devastó casi toda la ciudad, causando miles de muertes y dejó a miles de pobladores sin techo ni nada.
Fue tanta la devastación que provocó que muchos estadounidenses lamentaron el desastre, pero pocos decidieron hacer algo realmente útil para ayudar a las familias afectadas.
Uno de ellos fue el actor de Hollywood Brad Pitt, quien creó el fondo “Make it Right” para ayudar a las víctimas de la catástrofe natural.
A través de este fondo que recaudó recursos, Pitt construyó 109 casas en Lower Ninth Ward, uno de los sectores más golpeados con inundaciones y sus edificios destruidos.
Los resultados cambiaron la vida de las familias.
El actor contrató a reconocidos arquitectos y él mismo se encargó de los trabajos en algunos edificios.
El plan nunca fue hacer casas baratas, Brad quería que la gente afectada tuviera casas bonitas y de calidad.
Las familias favorecidas no pudieron ocultar la enorme felicidad al recibir las casas que ofrecieron más resistencia ante futuros fenómenos naturales.
En los trabajos Brad tuvo la oportunidad de conocer bien a las familias que habitarían las casas. Él se encargó de dirigir a los voluntarios.
Y para controlar personalmente el proceso de construcción, Angelina Jolie y Brad Pitt compraron una mansión en Nueva Orleans como su segundo hogar.
En varias ocasiones el actor organizó encuentros con los lugareños y los arquitectos donde se planeó el futuro de Lower Ninth Ward.
Desde luego no fue una tarea fácil como se pensaba, pero eso no le impidió, ni los residentes de la zona, conectarse y ahora contar con un sector lleno de 109 casas coloridas, amables con el ambiente.
Pitt dijo que no tenía idea de las trabas burocráticas que tendrían como obstáculo, incluyendo estructuras de préstamos perdonables, asesoramiento financiero familiar, derechos del lote y subsidios.
Él quería que su fundación hiciera bien las cosas al construir las casas adecuadas a las necesidades de los residentes, pero también de calidad, con diseño, no pensar en lo barato que pudieran ser sino en la calidad de vida que iban a tener las personas.
“Conduzco en el barrio y veo a la gente en su porche, y les pregunto ¿cómo los trata su casa ? Y dicen ‘muy bien’. Y pregunto ¿de cuánto es su factura de servicios públicos? Y van ser algo así 24 dólares, y me siento fantástico”.
El actor también fue capaz de utilizar sus considerables poderes de persuasión para atraer a algunos de los mejores arquitectos del mundo, incluyendo Shigeru Ban, Thom Mayne, e incluso Frank Gehry, el diseñador de algunas casas futuristas.
Pitt permitió que las familias decidieran el color de las paredes, con alegres como el amarillo, verde y azul.
“Los habitantes, las familias son las que diseñaron el barrio. Tenían opciones frente a ellos. Se escogieron las casas para que se adaptaran a sus necesidades. Se eligieron los colores”.
La zona se ha convertido en una de las atracciones turísticas de Nueva Orleans.
Pitt dijo que la reconstrucción de la zona costó 26.8 millones de dólares, con un promedio de 150,000 dólares por hogar.
Las casas fueron construidas con lo más nuevo en ecotecnología y el principio de “construcción verde”. Hay paneles solares en sobre todos los techos.
El dinero para el proyecto provino de préstamos federales y donaciones. No está claro si Pitt utilizó también ingresos personales para que el proyecto se hiciera, pero desde luego sí puso su tiempo.
El actor también participó en diferentes eventos de caridad con el propósito de recaudar fondos para esta misión. Sin duda fue una ardua labor, pero que al ver los resultados sencillamente se concluye que valió la pena.