¿No sería increíble que pudieras emborracharte sin las nefastas consecuencias de la resaca? Ese sueño ya se está volviendo realidad gracias a un genio y su fórmula llamada Alcosynth.
A todos nos gusta disfrutar de un inmenso tarro de cerveza, una gran copa de tinto o un vaso de nuestra bebida con alcohol favorita; pero a nadie le gusta sufrir los efectos de una borrachera, o sea, despertarse con resaca. Es el horrible precio que pagamos por la diversión de embriagarnos.
Por suerte, hay un científico que quiere que bebamos sin preocupaciones y por eso creó un sustituto de alcohol sintético que embriaga, pero elimina las resacas y otros daños a nuestra salud. Nadie se había preocupado tanto por nosotros.
El doctor David Nutt es el genio detrás del compuesto líquido llamado Alcosynth, que logra estimular al cerebro de la misma manera que una bebida con alcohol, pero sin causar efectos secundarios como náusea, vómito o dolor de cabeza.
Este hombre de ciencia, que además es copropietario de un bar, sabe que la gente disfruta embriagarse pero muchas personas tienen graves problemas de salud por beber. Es por eso que, en sus años como estudiante de doctorado, se dedicó a investigar la manera en que el alcohol afecta a nuestro cerebro.
En su investigación, Nutt descubrió que el alcohol actúa como estimulante del receptor del ácido gama-aminobutírico, conocido simplemente como GABA, provocando la disminución de actividad neuronal. Experimentando, descubrió que podía manipular ese receptor con un compuesto sin alcohol, una mezcla que llamó Alcosynth.
Hasta hoy, David ha patentado 90 tipos de Alcosynth, y espera que en el futuro se convierta en el ingrediente principal de bebidas comerciales. Su mejor apuesta es el sustituto de alcohol sintético conocido como Alcarelle, para que sea la nueva base de licores y cervezas.
Esta solución sigue en la fase de pruebas, pues Nutt quiere demostrar que es completamente segura y que no es una bebida tóxica a pesar de ser un compuesto artificial. Otro de los grandes retos de este doctor es saber si las moléculas de su compuesto existen de forma natural y cómo podría aprovecharlas.
Emborracharse sin tener resaca ni problemas de salud suena demasiado bueno para ser verdad; pero quizá el tiempo le dé la razón a David. Por el momento solo levantaremos el vaso que tenemos a la mano para brindar por su descubrimiento.