Avatar fue un fenómeno de su época y una de las películas más exitosas de su tiempo (y de todos los tiempos, si a esas vamos). Por ello tanto el director James Cameron como los productores y estudios decidieron meterle los “megakilos”, esto es, literalmente, miles de millones de dólares a la producción de Avatar: El camino del agua (o Avatar 2). Así como ya habíamos analizado antes, era una apuesta alucinante del todo o nada, que debía ser un supremo éxito para no ser un patético fracaso… y parece que Cameron y compañía perdieron en esa ruleta rusa.
Efectivamente, según reporta Forbes, el medio especializado en fortunas (y aparentemente también de infortunios), la recaudación durante el primer fin de semana de exhibición del filme de fantasía y ciencia ficción recaudó apenas el 75 por ciento de lo que esperaban, muy por debajo de lo que resultaría aceptable. Los fans temen que ese fracaso en el intento de alcanzar la audiencia requerida para recuperar lo invertido en la cinta pudiera afectar la salida de las secuelas 4 y 5, que estaban planeadas para lanzarse entre 2026 y 2028, pero la tercera aún está entre los planes de James Cameron.
¿Fatalistas? No tan malo como parece, pero no tan bueno como creían
Con unas expectativas de recaudar, por lo menos, 150 millones de dólares en taquilla pero esperando una entrada de 175 millones de dólares a sus arcas, la modesta recaudación de 134 millones es realmente decepcionante para algunos que contaban con que las proyecciones más optimistas fueran alcanzadas. Sin embargo, aún quedan esperanzas para el futuro de Pandora y sus felinos nativos azulosos, que apenas están dando sus primeros pasos tras 13 años de promesas y expectativas.
Aun así, la taquilla global alcanzó la nada despreciable suma de 434.5 millones de dólares a nivel internacional, que no alcanza todavía a justificar el titánico presupuesto de más de dos mil millones de dólares que se le dedicó a la cinta. Pero no todo está dicho y hecho, porque algunos expertos opinan que el comportamiento de las audiencias en los próximos meses aún podrían salvar la situación, pues el énfasis de la cinta en formatos especiales como IMAX podría darle ventaja frente a la competencia en el futuro próximo. Históricamente se ha visto que es posible que Avatar 2 remonte y logre alcanzar sus expectativas a mediano plazo, como lo hicieron Titanic y la original Avatar en su momento.
A James Cameron el Box Office le hace lo que el viento a Juárez
El director de la cinta, lejos de dejarse espantar o renegar del soso despegue de su obra, simplemente ha tomado el revés de la baja recaudación como un signo de que los tiempos han cambiado y que ya no vivimos en el mismo mundo en que vivíamos hace 13 años, cuando el proyecto fue concebido por vez primera. Gran parte de la transformación de las audiencias se debe, según cree él, al daño que la pandemia y los servicios de streaming han supuesto para la industria de las salas de cine, pero él lo ve como un reto (o, seamos sinceros, como un experimento social) más que como una tragedia económica, diciendo:
Puede ser que la combinación de golpes ‘uno-dos’ que le propinaron la pandemia y el ‘streaming’ a las audiencias que asisten al cine resulten mortales y un cambio de juego para la industria, pero, por otro lado, quizá nosotros podamos recordarle a la gente de qué se trata ir a los cines en primer lugar y, definitivamente, ‘Avatar 2’ hace eso. Lo único que queda preguntarnos ahora es, ¿a la gente le importa un ca**jo?
– James Cameron
El show debe continuar: La tercera podría ser la vencida
Cameron ya había aclarado en su momento que aunque Avatar 2 resultara “no ser lo que se esperaba”, él filmaría la tercera película de la saga, solo para no dejar… y, bueno, ahí sí, si la tercera “no jalaba”, entonces no tendría reparos en abandonar la 4 y la 5, que al cabo “el público ni quería”. En palabras del propio director:
Si nos va mal, el mercado podría estar diciéndonos que estamos acabados o semiacabados en unos tres meses, lo cual querría decir que nos veríamos obligados a completar la historia hacia el final del tercer filme, porque no podríamos seguir indefinidamente hasta la quinta entrega planeada, por el simple hecho de que no sería redituable.