Hace 18 años, el Internet le dio la bienvenida a Richard Sandrak, también conocido como “El pequeño Hércules”, quien se hizo mundialmente famoso por su cuerpo bien trabajado, que asemejaba la musculatura de Jean-Claude Van Damme.
El que llegó a ser conocido como el niño más fuerte del mundo nació en Ucrania, pero fue criado en Pensilvania, Estados Unidos. Comenzó a entrenar desde los ocho años por mandato de su padre, Pavel Sandrak, quien fue campeón de artes marciales y estaba interesado en que su hijo siguiera sus pasos como deportista.
Fue así que Richard comenzó a seguir una estricta dieta a base de proteínas y verduras, lo que lo llevó a poseer solo uno por ciento de grasa corporal. Sin embargo, su apariencia rápidamente encendió las alarmas de muchas personas, quienes acusaban a los padres del menor de crueldad y hasta de drogarlo debido a que un niño de su edad no tenía la testosterona suficiente para desarrollar tanto músculo.
A pesar de las críticas, Sandrak logró hacer mucho dinero debido a su fama, que lo ayudó a impulsar su carrera como nutricionista y especialista de cine en Hollywood, actividades que realiza hasta el día de hoy. En el documental Inside Edition reveló que no se arrepiente de su pasado, pero confesó que su infancia fue algo dura por las cargas mentales y emocionales que su padre puso sobre él.
El evento que cambió su destino por completo fue cuando su papá fue encarcelado por maltratar a su madre, razón por la que cortó todos los lazos con él y abandonó el culturismo. Actualmente, Richard Sandrak tiene 30 años y aunque se mantiene en forma, nunca volvió a entrenar como lo hizo alguna vez en su infancia.
No, ya no levanto pesas. En todo caso, se volvió aburrido, pero estoy muy orgulloso de mi pasado.